Volviste, tan rápido como el frío que ha cogido desprevenida a la gente.
Volviste, sin un porque, sin una razón, simplemente volviste.

Y volviste a despertarme, volviste a hacer que sintiera, que recordara.
Tú y tu manía tan impredecible de girarme el mundo, de volverme loco con solo aparecer.

Y es que ya soy experto en tus juegos, llegas, juegas y luego desapareces sin dejar rastro.
pero todo ladrón vuelve al lugar del crimen, y déjame decirte, que me encanta ser tu mayor crimen.

Vienes, sonríes y haces que olvide todo lo que en aquel entonces, me preocupa.
Pero sigo sin comprender, sigo sin entender por que te vas.

Si en mi, yace el refugio que tanto buscas.
Si en mi, buscas la protección que necesitas.
Si en mi, quedas dormida y aún durmiendo sigues teniendo esa sonrisa de felicidad.

Pero luego te vas, dejando rastro, dejando huella.
Y yo atónito, me quedo con las mismas ganas de ti, que alguien que anda por el desierto.
Y es que ambos buscamos lo mismo.

Que lo que buscamos, no sea un espejismo.

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