Te quiero, desde la mas absoluta y cierta verdad, te quiero desde lo mas profundo de mi ser, te quiero por que me haces bien y soy yo cuando estoy contigo. Te quiero por que me has hecho una armadura a medida con tus besos y la mayor de las espadas con tus caricias, forjada con la fuerza de la verdad.

Directa, cual dardo hacia el centro de la diana, directa como el frío en tus mejillas, ese que te hace sonrojar, directa como la llegada del frío invierno en enero.

Gracias por enseñarme que mi barco puede navegar por cualquier agua, mansa o en la mayor de las tormentas, por hacerme ver que tu sonrisa es el puerto donde atraco mis problemas y tus abrazos el faro que protege y guía mis sentimientos hacia ti.

Eres esa visita inesperada, ese momento que no esperas pero llega, y te hace sonreír.

Eres mi sombra en el desierto, mi guardián ante el miedo, mi sol ante el frío, eres la vaina que protege mi espada, eres mi norte y mi soporte, eres mi guía.

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