TusTextos

Una Historia Sin Nombre...(cap.4)

Cap. 4

- Ésta es buena calidad!, míralo!, míralo bien!.
- Es solo papel…
- Solo papel?! No es solo papel! Es una clase de cartulina egipcia o servilleta alemana!...
- Solo papel…
- Siéntelo Y, siéntelo!...

Un manto infinito de estrellas cubría las calles de Madrid, los faroles iluminaban las empedradas callezuelas que guiaban hacia la monumental mansión del gran empresario Galán, famoso por sus proyectos excéntricos y arriesgados con los que ha conseguido llevar a su empresa a los máximos impulsores de economía en el país. Sus innumerables negociaciones sobresalían una de otra, dando a sus colegas y subornidados la vida que siempre soñaron, inclusive les había dado la oportunidad de crear empresas afines al gran imperio del Sr. Augusto Galán. Se trataba de todo un magnate.

- Si que es buena calidad! Mira que bien escrita, esto no lo consigues en América, anda, siéntelo!
- Es solo papel…
- Sientes su aroma?, huele! Huélelo! Ah mira, ya llegamos.

Que deleite regalaba a la mirada de los invitados de esa noche, que delicias de platillos finos y elaborados con tanto empeño, repartían en esta reunión. Altos señores de altos puestos con sus lujosas señoras que ostentaban lujosos vestidos al entrar a la mansión del Sr. Galán. Meseros vestidos con ropa de gala exagerada y sirvientas tan audaces que era imposible notarlas en sus tareas. Incluso parecía que habían elegido las estrellas exclusivamente para esa noche. Era una noche perfecta.

Todo era sobresaliente esa noche de Madrid en la casa del Sr. Galán, todo era lo que se esperaba de su desahogada capacidad. Incluso las invitaciones para el banquete había sido grabado con tintes italianos en papel que se notaba de la mejor calidad.

La invitación del doctor Parada estaba tan maltratada por tantas zarandeos que éste le daba. La tinta estaba corrida y los sellos ya estaban desprendidos.

Vestidos con ropas que no acostumbraban, ni siquiera el doctor Parada. En granada el clima es cálido, y no solían usar ropa tan gruesa y tan adornada como esa noche. La mansión estaba repleta con la mejor calidad de personas de sociedad, que a diferencia del doctor Parada y nuestro compañero Y, se veían habituados a la gala.

- bien, ahora recuerda lo que te dije, no titubees ni demuestres tu nerviosismo a nadie!
- No lo haré…
- Trata de mantenerte a la altura de la situación, recuerda que ahora eres un hombre de negocios, no eres mas un lacayo, ni mozo, ni mayordomo, habla con propiedad y come con fineza!
- Lo haré…
- Cuando saludes a los señores, no lo hagas como sirviente, recuerda la altura, la altura!
- No lo haré…
- Sí, no lo hagas… espera! Que?...
- Sí lo haré…
- Me estas poniendo atención acaso?

Un caballero tintineó una copa, llamando la atención de los presentes, quienes plantaron sus miradas en un señor maduro de barba blanca perfectamente cortada, que se ponía de pié al mismo tiempo que el primer caballero lo anunciaba con un ademán y tomaba asiento. Él dijo así:

- Buenas noches, damas y caballeros, les agradezco que hayan asistido, espero que hayan encontrado las comodidades de su agrado. Iré directo al grano, así todos podremos disfrutar de los platillos que mis cocineros han preparado para esta noche. – tomó aire y aseveró su mirada. – Este es el momento que siempre esperamos, la unión de dos imperios, de dos mundos. La oportunidad convertir nuestros sueños en algo real, la creación de la visión en materia. Las sociedades estancadas por fin podrán desarrollar lo que siempre han pedido por siglos y siglo, el ir más allá de lo que nunca esperamos llegar…

El camino que hemos recorrido todo este tiempo, nos ha rendido resultados prósperos a través de una infinita lucha por generar el lugar que hoy nuestra empresa ha obtenido. Nuestras hazañas han sido escuchadas a través del mundo y han llegado a lugares que nunca imaginamos alcanzar. Hemos invadido el mercado asiático, el australiano e incluso el americano, hemos logrado alcanzar más allá de lo que ningún otro ser humano ha llegado siquiera formular en sus pensamientos.

Es por eso, con ustedes aquí reunidos en mi humilde hogar – al decir humilde hizo notar un ligero ademán de ironía – aprovecho para anunciar la inauguración del consorcio del mercado del futuro, el consorcio Galan-Dumont…

Junto al Sr. Galán se levanta un joven elegante y de gran porte, cabello oscuro y ojos tan penetrantes que lanzaban una mirada intimidante a sus agregados incluso sin percatarse de ello.

…les presento a Pierre Basile Dumont – el público presente se levanta y aplaude ligeramente. La ceremonia había sido anunciada con anticipación, el evento solo era una formalidad que acostumbraban los grandes señores de grandes status sociales. La oportunidad de lucir sus posibilidades y opacar a los que suponían vencer en bienestar a sus semejantes. Pero más aún para hacer públicas importantes decisiones. El discurso continuó durante unos minutos más.

Entre la multitud nuestros dos caballeros bien vestidos pero algo nerviosos, daban la impresión de escuchar con atención el discurso del Sr. Galán. En realidad susurraban.
- Ya viste a la condesa Mariana? Dicen que su riqueza es casi comparable a la del Sr. Lara, el dueño de la compañía naviera más grande de Málaga.
- Doctor, su botón…
- y ya viste aquel señor de bigote alborotado? Es el teniente ruso Koslov. Mejor no nos lo topemos…
- El botón…
- Pero primero hay que encontrar a mis tíos.
- Doctor…
- Ellos son la clave perfecta para el negocio...
- Ya se cayó…

Las horas pasaban lentamente en la casa del Sr. Galán, los invitados se habían dispersado después de haber comido manjares tan exóticos que algunos eran imposibles de reconocer. El doctor Parada y Y comenzaban a mostrarse impacientes, era necesario hablar con el Sr. Galán, era la razón principal por la cual asistían a este evento. La oportunidad que ambos buscaban. Sin embargo, el Sr. Galán había sido rodeado de tres tipos de personas, una era de sus congéneres, señores de la misma alcurnia, los que pareciere que buscaban cruzar solo un par de palabras con el afán de verse importantes, otro tipo eran los que insistían en alabar tanto al empresario que sus comentarios comenzaban a ser ridículos, incluso para ellos mismos, de lamentable situación pero necesaria, ya que la buena opinión de el Sr. Galán gobernaba su situación económica. También estaban aquellos que buscaban a toda costa, la oportunidad de ser alguien en la vida.

- Julián Parada?, El hijo de Julio Parada? Ven acá muchazo! Dame un Abrazo!- de entre esa multitud, un señor de alto y de notable gordura se abalanza sobre el doctor. Nuestro Y, como era de esperarse, se impresiona sin hacerlo notar.
- Don Andrés, deje a Julián, que ya no es un niño. – decía una voz ronca que hizo mirar a estos tres personajes hacia abajo.

Don Armando, un señor delgado, cabello relamido y nariz ganchuda, baja estatura y la cara marcada de tantas arrugas que consiguió a lo largo de su vida, solía reclamar y reprochar cada acción que cometía a Don Andrés, un señor de cara redonda y carácter simpático, solía reír y disfrutar de las molestias que encontraba Don Armando en los innumerables viajes que vivieron juntos como colegas empresarios.

- Tanto tiempo tíos! Tanto tiempo! – respondía el afectuoso abrazo de Don Andrés, mientras Don Armando gruñía con desapruebo y tornando los ojos. Girando su arrugado cuello observó, detenidamente a Y, que miraba absorto.
- Éste quien es?
- Este, tío Armando, es la persona de la que les escribí.
- Es éste? Yo esperaba alguien con más… con más…
- Siempre esperas más de todo… - interrumpió Don Andrés sonriente.
- Esta es la persona a quien más confianza le he tenido durante todos estos años tío Armando, no podría confiarle este negocio a nadie más. No conozco a nadie más capaz que él.
- Los negocios navieros son un asunto arriesgado Julián, no podemos confiar ni en nuestros propios hermanos. – decía mientras miraba de reojo a Don Andrés, quien sonriente, no podía quitarle la vista a unos pastelitos de merengue de colores en la mesita de centro. – además necesitas tener la seguridad de que las negociaciones que harás, serán favorables. No puedes confiar en alguien sin experiencia.
- Es por eso tío, que también necesito pedirte otro favor…
Viajero02 de abril de 2010

1 Comentarios

  • Viajero

    no apresures amigo mio, que esto apenas comienza...

    03/04/10 09:04

Más de Viajero

Chat