Embalsamado en la catacumba
de la memoria olvidada,
regurgito historias
nacidas de la imaginación,
que deambulan como espectros
en busca de un horizonte perverso.



Guadaña que mutila las entrañas
de los poetas asonantes
nacidos en tiempos de victoria
perdidos en sus propias guerras
paridos en húmedas trincheras
abandonados a su exhumación.



El sarcófago de la indiferencia
me acoge en su seno
como un reo moribundo
aromatizado
en su propia pestilencia.



Antaño tal vez fuera reconocido
envidiado por filólogos y farsantes
pero ahora solo soy incongruencia
de un mundo desmoronado
en su propia intrascendencia.



Un paraje desolado
en un desierto sin alma
de voz áspera
acariciado por fragmentos
de los ecos roncos
de lamentos de nonatos.



Las cavernas vacías
de las cuencas
de mi calavera descarnada
brillan con resplandor macilento
en el ofertorio de la propia existencia
que se escapa como el tiempo
en el reloj de arena
cayendo al abismo sin retorno.



Los guarismos de la supervivencia
son como espectros
que apuñalan mis entrañas
desangrando mis vísceras
en la más absoluta oscuridad
y mientras el neón en lo alto
oscilando sobre el frío metal.

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3 Comentarios

• 

  Eleazar

  Querida voltereta, muy expresivo y consistente tu texto.
  Pocos son los afortunados de trascender a su muerte y ser recordados.
  La memoria es algo que el tiempo borra, no lo dude nadie.incluso para los más grandes de la humanidad su recuerdo será finito.
  Felicidades
  

  08/01/22 04:01

• 

  Regina

  Un paraje desolado en las trincheras del tiempo, para vivir en la más absoluta agonía. Eso me pareció. Trámite una angustia vital.
  Extraordinario texto.
  Abrazos Voltereta.

  16/01/22 01:01

• 

  Txiki

  “Guadaña que mutila las entrañas
  de los poetas asonantes
  nacidos en tiempos de victoria
  perdidos en sus propias guerras
  paridos en húmedas trincheras
  abandonados a su exhumación.”
  
  Sublime, compañero de letras.

  10/04/22 03:04