TusTextos

Tránsito.


Serpenteaba el camino en el que se perdía mi memoria, mientras la sombra de los tejos difuminaba mi figura, en busca de la ansiada soledad. Me acompañaba la muerte y su guadaña a la par que la inmensidad del silencio.



Una bruma impenetrable me guiaba hacia el final de mis días, donde por fin mi calavera alcanzaría el ansiado reposo. Los huesos fríos sostenían un espantajo de despojos que alguna vez intentó escribir poemas y que sólo consiguió juntar palabras y vocablos en confusa conjunción.



Los cuervos graznaban esperando la carroña que les mantendría con vida y daría lustre a su negra librea. Los augurios de mis enemigos, se iban a hacer por fin realidad y ni mi nombre ni mis palabras escritas en ajados pergaminos, serían jamás recordados por ninguno.



La luna se reía de mí, escondida tras las nubes grises, musitando las estrofas que la inspiración me hizo escribir, en algún momento en que los lobos aullaban reclamando su presencia.



Me doy cuenta ahora, de que siempre he sido un necio, despreciado por la vida y sus encantos, desdeñado por el mar y su inmensidad, desahuciado por el amor y por sus hadas, destruido por el censor de la palabra, burlado por la belleza, humillado por el tiempo, vilipendiado por la crítica, acariciado por la soledad y admirado por nadie.



Mi alma inexperta en la batalla de la separación del cuerpo se negaba a abandonarme, pero esto no podía seguir así. Por lo tanto cogí la soga la subí a la rama del árbol y la até bien fuerte, seguidamente cogí el lazo de la punta y me lo pasé por el cuello, lo apreté bien alrededor de él y sin más, salté al vació.



No puedo despedirme sin decir, que esta fue la tercera vez que lo hacía y mi historia me recuerda a Sísifo y su piedra. Creo que estoy condenado por toda la eternidad a intentar acabar con mi vida y no conseguirlo, pero quizá lo logre al alcanzar la vejez. Mi descarnado esqueleto sin duda seguirá intentándolo.



Voltereta16 de mayo de 2023

1 Recomendaciones

1 Comentarios

  • Clopezn

    Sin duda la vejez nos alcanza y nos lleva de forma irremediable al cierre de nuestro papel estelar en esta vida. ¿Por qué apresurarnos a bajar del tren? No sólo se lleva el premio el papel protagonista. Muchas veces brillan más los secundarios.
    Un saludo cordial.

    12/07/23 12:07

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