Como la miseria,
desatada;
Como el horizonte,
condenado;
Como el canto
que llena mi alma
es su sonrisa
que no encuentro
por las mañanas.
Por las preocupaciones
de un vacio sin fin,
por la oscilacion
de mi vida sin ti.
Con el cansancio
del recuerdo diario.
Por las pasiones
de tus interrogantes
que me atan, asi.
Donde nada
nos pueda tocar,
donde sus labios
desvien mi vista...
¡Donde todo lo escrito
se vuelva a su forma!
y que el tiempo finito
nos desconosca