Tengo ese hueco en el pecho, ese que me ahoga cuando me siento vacía... Tan vacía como el vaso de agua que no tiene la certeza de saber si está medio lleno o medio vacío, estoy vacía como la casa de la abuela cuando no están los nietos jugando en el patio o haciendo algún tipo de travesura que al paso del tiempo va a ser un hermoso recuerdo, me siento vacía como los asientos de un concierto de música clásica al que nadie asiste porque no hay mucha gente que la aprecie.
Tengo esas inmensas ganas de llorar como cuando todo te duele... y cuando digo todo tambien me refiero al alma, esta puta alma me duele más que un hueso roto, me duele mas que cuando me pego en el dedo pequeño del pie, me duele más mas que los cólicos menstruales y eso ya está cabrón.
Pero lo que más tengo es esta rabia inmensa con la vida, este enojo que me está consumiendo el cuerpo día con día, minuto tras minuto, este enojo que me impide seguir sonriendo, o mejor dicho viviendo. Me enoja que siento que la vida se mofa de mi existencia, que cuando está apunto de pasar algo maravilloso las circunstancias cambian y el destino me da una patada legendaria en el culo y me hace añicos la felicidad y por supuesto... el culo.
Y creo que tendré este enojo, este vacío, esta furia y este hueco en el pecho por un largo tiempo porque yo ya no se que hacer, no se como luchar o seguir adelante después de que pasan cosas tan fuertes. ¿Cómo?
