TusTextos

El Mejor de Mis Veranos. Capitulos 5 y 6.

Capítulo cinco:

-¿Quién era esa chica que me ha echado la limonada encima?- Después de cinco minutos desde que se ha ido, le hago esa pregunta.
-Mi ex.
-¿Desde cuando es tu ex?
-Desde hace exactamente cinco minutos.
-¿Has roto con ella?
-Sí.
-¿Por mi culpa?
-No.
-Eres un poco soso.
-¿Qué quieres que te diga? La he dejado porque no le consiento que te haga lo que te ha hecho.
-Entonces has cortado con ella por mí.

Me encanta esa idea.
Esa guarra se lo tiene bien merecido.

-Me tengo que ir ya.
-Pues chao.
-Nos vemos esta noche.
-Vale.

Él ya se ha alejado.
Y entonces, vuelve la rubia.

-Tía, que lo siento mucho.
-Me llamo Sandra, así que Katia, no me llames tía.
-¿Estás mosqueada?
-¿Es normal que lo esté?
-Sí.
-Vete.
-Vete tú de mi sitio.
Miro mi banqueta.
Ésta no es la mía.
Así que me levanto avergonzada.
-No, no te vayas.- Me coge de la muñeca.
-¿Qué quieres?
-Que te quedes.
-Me quedo, pero dime: ¿A qué hora y donde es la fiesta de Carlos?
-¿Fiesta de Carlos?
-Sí.
-Ese imbécil no me ha invitado. Está muy mal conmigo. Me trata fatal.
-¿Carlos?
-Pues claro, y si no, mira.- Me enseña un morado que tiene en el brazo, y añade: -Es de un puñetazo suyo.
Mi mundo se me viene encima.
¿Carlos la maltrata?
No puede ser.
¡Dios, Carlos la maltrata!
-Yo de ti me iría de su vida antes de que él te convierta en su saco de boxeo.- Me advierte, mirándome a los ojos.

Capítulo seis:

Por primera vez, lloro delante del mar.
Lloro, con lágrimas de acero.
De esas que te pesan en el alma.
Lloro hasta que me duele cabeza.
Lloro hasta que llega el atardecer.
Sentada en la arena.
Estoy metiéndome en la boca del lobo.
Y lo peor de todo, es que el lobo va disfrazado de príncipe.
Mi madre me toca el hombro.
-No llores.
-Déjame sola.
-Tu padre en el fondo no está tan enfadado contigo, tu hermano es un bocazas.
-¿Qué ha dicho esta vez?
-Le ha contado lo de que éste curso te saltaste unas cuantas clases.
-Pero si yo jamás…
Mi madre agacha la cabeza.
-Lo que pasó, pasó en el pasado.
-Pero mamá, yo…
-No me digas nada, pequeña, te he visto llorar durante horas, y con eso me basta.
¿Por qué las madres se vuelven comprensivas cuando menos deberían de serlo?
Yo jamás me he saltado las clases. JAMÁS.
Y en cambio, mi madre cree a mi hermano, y no me riñe.

Le basta con verme llorar durante una tarde.
En cambio, llevo llorando tres días porque repito curso, y no le basta para perdonarme.
Jamás la entenderé.
Mi madre me da un beso en la mejilla.
Y por un instante veo a la madre joven que era hace tan solo unos años.
Esa madre comprensiva, que sabía cómo tratarme.
No esa desconocida que tengo a veinte centímetros de mí en este preciso instante.

-Esta noche he quedado.- Le digo a mi madre.
-Ve, pero vuelve pronto, ya nos inventaremos algo con papá.
-Mamá.
-Dime.
-Prometo estudiar este verano.
______

SI QUEREIS QUE SIGA ESCRIBIENDO DEJAR UN COMENTARIO QUE PONGA SIGUIENTE, Y NADIE QUIERE DEJARE DE ESCRIBIRLO. CASI NO TENGO LECTORES :S
ESPERO QUE OS GUSTE.
GRACIAS
Yotambientequiero21 de septiembre de 2011

Más de Yotambientequiero

Chat