Tantos recuerdos que se pasan por tu mente... tantos momentos que te gustaría repetir pero sabes que eso sería imposible... Aquellos días en que sonreías como un niño, como aquel niño que al ver su juguete preferido sentía una gran emoción en su corazón, de pequeña realmente siempre quise crecer, quise ser grande, pero ahora?.. simplemente deseo ser esa niña que siempre era feliz, que corría por aquel patio, que no se enamoraba, que no sabía lo que era sentir traición por parte de quienes decían ser tus "mejores amigos".
Cuando en realidad ya llega un momento que has aguantado todo, que sientes que ya no puedes seguir, y delante de todos dibujas en tu rostro una sonrisa falsa, sonríes por fuera mientras que por dentro estás destruida, quieres seguir adelante como si nada hubiera pasado y no puedes... Ahora he llegado a la conclusión de que uno no llora por lo que llora, sino por todas las cosas que no lloró en su debido momento.
Como dice aquella frase: "La vida es como un viaje en tren. Algunos comienzan el viaje junto a ti, otros se suben a mitad del camino, muchos se bajan antes de llegar, pero muy pocos son los que permanecen hasta el final."
