Buenas Noches
Ahora, borracho y cansado, no duermo, escribo. Verás, tú, no hay más que lo que ves, no hay más que lo que lees. Así siendo, busco y no encuentro. Así viviendo, muero, y vivo escaso. La copa de champagne es vaciada y rellanada por cava una vez, y otra. Y otra vez, y otra. Ayer me dijo un psicólogo argentino, mostrándome el camino, que no bebiera solo, que no bebiera sólo. Sólo hay una manera de no sentirse solo: follando mucho. Tanto. O amando. Bien sé que me espera el nicho solitario, pero dicho lo dicho en el sumario, primero, otra copa de champagne rebosando cava. Primero. Dios es bueno si crees en él. Si crees en él, Dios malo, cruel, injusto o vil ruin. Pero es bueno si crees en él. Si no crees, pues nada, ¡viva el cava! ¡Ay Pequeñín! Ahora que esto se acaba, por sueño, de antaño, a ti, mi amada, te digo: A Dios por testigo, que te amo, y que maldigo, y que con Él, pero sin ti, no hay nada. Sólo el cava, y el Infierno.
