.damas de Adobe.
desde el viento, a empellones manejando las fibras secas de la tierra,
los quiebres de la montaña, desde el eco profundo empañado, de las venas aridas y oscuras de los cerros desafiando a lo colgado al cielo, diafanas, con ciento un voces a punta de lengua reventándose los surcos de sus dedos gastados. las señoras de adobe.
señoras de adobe acomodan su sangre hedionda a tierra para respirar todo eso que las hace ahogarse de diablos y llenarse los vientres de cadaveres bastardos.
negros, ojos negros como el papel mantequilla en el pecho del miserable, como los bordes del infinito, como la sangre de las letras destruidas llorando por haber sido violadas, dese negro que ni usted ni yo podemos siquiera imaginarlo en nuestro hipocrita y disminuciente respirar.
la ternura no es cosa destas bestias mas humanas que el temor o el mono irguiendose, no sienten ni el suspiro fatal de la muerte al cansarse de su baile, no escuchan ni las blasfemias vomitadas por la ira subterfugia del poeta maldito, no son, no estan, solo van. quitandonos las ganas de seguir usurpando una vida que no le pertenece a nadie mas que a su capricho, solo van destruccionando y royendo lo que a su paso les corta el paso.
ellas no existen usted y yo estamos locos, con la mirada perdida, usted escribiendo y yo leyendolo.
van por ahi todas de sales y tierras, todas formadas a punta de lo que nadie sabe mezclado con aguas podridas y nuevas, van por ahi mientras todo se quema los pies hasta reducirlos a un par de yagas, todo clama por no terminar empezando sus dias y estruendos en el seco espacio del fuego con raices en el color de la mierda, sulfuran asesinandose, disfrutando, yendo,abriendose paso con altivez y las manos de tierra y espinas volcando esperanzas en lo muerto, desdoblandose para solo ser sus ojos negros, reventandose los muslos a intentos de escape de su prision de barro y raices, de su muerta inexistencia, de su fermento ionexistente, medula hecha cenizas.llorando tierra.de luto por su destino de tristeza absoluto, de alucinaciones con sangre viscosa y pegada, inmovil, van desapareciendo en el horizonte que se inventaron o que alguien les invento para que lo hiciesen, van callandose, masticandose sus silencios, van sin siquiera tener la necesidad, con lo mas minimo, van sin saber, van sin que usted ni yo lo imaginemos o sepamos, van sin ir, perdiendose en lo que no se explica o se hace letras, de lo contrario el culpable esta condenado a dias de tierra y heridas secas.
dias eternos sin sueño ni palabras
