Arlequines
Ante la impunidad que nos asota, nos creemos victimas y somos irónicamente cómplices de una realidad domesticada.
Compramos sin sobranceros la información que selectivamente se nos provee, la que sirve para manipular nuestro ímpetu.
Adormecidos, sumidos en la vorágine cotidiana sirvientes de un sistema que corrompe la dignidad de manera silente.
Absorbidos por las superfluas necesidades que por debajo de la alfombra nos invitan a adoptar para abstraernos y que la maniobra traiga éxito.
Incapaces muchas veces de usar el poder de discernir, nos creemos el cuento que el señor sin rostro quiere que grabemos en nuestras memorias.
Como soldados ciegos avanzamos sin rumbo.
Un sendero desmarcado, entre huellas que se pierden entre la desidia, la desesperación y la impotencia.
Apáticos carentes de respuestas certeras, con el terror de mirar por si mismo un escenario que podría ser distinto si no existiera el egoísmo.
La despreciable ambición desmedida, la venganza inconcebida, la raíz humana maltrecha desde el punto de partida

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2 Comentarios

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  Danae

  Querida alma clara, retratas la humanidad marioneta, materialista, desdichada, en un tono pesimista que últimamente has adoptado en tus textos, y que demuestra que también sabes llegar al corazón desde el lado oscuro de la luna.
  Un abrazo inmenso, corazón.

  20/11/15 03:11

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  Alumine74

  Abrazos con mi corazón para vos mi alma noble!!
  Gracias por llegar!!!
  
  
  

  23/11/15 02:11