Voltereta
Penélope nunca muere, la araña sigue tejiendo. Es su sino y sin el no puede sobrevivir. Triste jaula la de Penélope, anclada para siempre a su telaraña, cautiva de su propia razón de ser.
Un precioso poema que atrapa al lector entre sus hilos.
Un saludo, Beth.
25/08/14 08:08