Lo facial auténtico con esbelto que resalta en mi cara, no es más que un símbolo de mera autosuficiencia que se evade del resto del cuerpo, e idolatra con antipatía solo esa parte visible.
Pero con los años mi belleza envejecerá al mismo tiempo que todo mi ser, y mis labios se tintaran blanquecinos, mi tez enrojecida, y mis cejas y pelo canosos. Mis mejillas estarán sobresalidas por una ya cicatrizada y mortuoria arruga, y mi frente solo me enseñará la preocupación que pude haber sentido. Tendré las manos flácidas, y los ojos tristes, ¡quizás no diferencie siquiera su color real, del que ya ha se ha colocado en su puesto! Ya no tendré la misma energía que tengo con continuidad, y poco a poco se irán acabando mis días al mismo tiempo que avanzan las agujas del reloj.
Pochándome como una pobre flor, que va perdiendo su esencia con los espesos días de otoño.
¿Seré yo de nuevo, alguna vez?
Si la belleza fuera eterna, si la belleza fuera eterna.

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1 Comentarios

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  Lumino

  Esto que te digo, no es mio, es de Sabina, pero viene bien para tu texto.
  "La belleza es un rabo de nube que sube de dos en dos las escaleras. Un carnet esclusivo de socio del pingüe negocio de la primavera. Un barril de cerveza que mata de sed. Un melón con pezón de sandia. Un espia enemigo. Un contigo alreves. Un ombligo de bisutería. Cosas de quita y pon , mariposas de sangre marron"
  La belleza no es eterna con el fin de que no nos apoyemos en ella. Me ha gustado tu ensayo. Un saludo

  29/04/12 12:04