TusTextos

Manía Persecutoria

No sé cuándo empecé a hacerlo, pero yo recuerdo contarlo todo desde que tengo uso de razón, nunca lo conté nadie, porque pensarían que estoy loca y prefiero ser la chica divertida, no da tantos problemas. Desde que sé que vivo en este mundo hostil,he contado absolutamente todo, árboles, arbustos, barandillas, pivotes, líneas que se parecían, líneas del suelo, productos del supermercado, cada mínima cosa de una estantería, cada dibujo que veía, cada imperfección de la pared; las enumeraría cada una de ellas, pero son tantas que no terminaría jamás. Absolutamente todo, a todo le daba presencia y voz para ser contado, para ser importante, al menos para alguien por un segundo.
Cada año ha sido una nueva experiencia para mí, cada año, en una habitación distinta, con seres distintos y vidas distintas, todo distinto pero similar a la vez; todos tenemos el mismo propósito vivir sin precedentes, dejarse llevar por la corriente.
Unos estudiaban algo que no les gustaba, pero se armaban de valor para sacarlo y en su tiempo libre jugaban a la consola tomándose una copa, les encantaba el gintonic, pero qué absurdez tomarse una copa mientras juegas con la play o la xbox, nunca me han interesado mucho esas máquinas, ya que creo que poco amor le mostramos al mundo que nos rodea, sin darle vida a lo que realmente importa, como un atardecer, o un simple paseo por el parque mientras las flores florecen o mueren según la época del año. Pero cada uno se toma su tiempo libre y disfruta a su manera, no hay por qué juzgarlos. Tan sólo expongo mi opinión.
Recuerdo otra habitación en la que viví, esta era bastante más grande que la del año anterior, aquí seguía contando todo, supongo que esa manía me la llevaré hasta que muera. Ese piso era realmente encantador, sabía que iba a ser un año bonito e inolvidable en mi vida y no me equivocaba. Éramos unos cuatro en casa, aunque siempre solíamos ser más. Recuerdo esas charlas hasta las tantas de la madrugada de cualquier tema, ya podía ser de cualquier tontería o de algún tema de filosofía, historia o de arte o de cualquier tema de actualidad relevante. El caso es que podríamos hablar de cualquier cosa descojonándonos de risa y también escuchando nuestras penas y poniéndonos en miles de situaciones e imaginar que nos hubiera pasado o qué pasaría si... Siempre fuimos un poco obsesivos de ahí mi obsesión por contar. Ese año, jamás lo olvidaré, ese año viví al límite, conociéndome más que nunca, riendo y llorando, todo infinitamente. Ese año conocí el amor, no el amor de mi vida, pero sí un gran amor, estudié el vuelo de los pájaros que siempre alzaban sus alas a la misma hora y a la misma dirección, era increíble hasta las aves tenían horarios. También quise contarlas, pero eran demasiadas y cuando volaban, perdía la cuenta. Ese año fue y será inolvidable, conviví con mil historias y sentí mil sensaciones que no sabía ni que existían. Llegaste tú a cambiarme la vida, a darme una responsabilidad, la responsabilidad más bella que alguien podría tener, un bebé peludito que nunca se iba a separar más de mí, ya no estaba sola. Y nunca iba a estarlo, porque aunque te fueras algún día que lo harás, siempre estarás en mi corazón, recordándote día a día, recordando cada mancha de tu piel peluda, cada ladrido, cada mirada y lametón. Es increíble como un animal se le puede parecer tanto a uno, estuve tanto tiempo buscándote y por fin te encontré, seguiré contando tus manchitas hasta que ya no pueda hacerlo más. Seguiré observando esos ojos, que parecen aceitunas negras. Y por todo esto y mucho más fue el año más bonito que habrá, aunque aún hay muchas vidas que vivir y que contar.
Chicamacabra18 de enero de 2022

Más de Chicamacabra

Chat