Ya ha transcurrido casi un mes. ¡Dios mío! ¡No puede ser!
Despierto y mis ojos se llenan de lágrimas. Lágrimas que van cayendo a ambos lados de mi cara.
Los dedos de mis manos aprietan con fuerza mi frente confundida.
Mi cuerpo está paralizado, pero no así mi mente que quiere atrapar ese sueño.
Necesito retener ese recuerdo en mi memoria para siempre.
¡Qué extraño que no lo haya olvidado nada más despertar!
Sé que sueño, porque así lo dicen los estudiosos, pero soy incapaz de rememorarlos.
Sin embargo éste éste es especial. Éste estará siempre en el baúl de mis recuerdos.
¡Ha venido a despedirse! grito en silencio - ¡Ha venido a despedirse de mí!
Su sonrisa es dulce y espléndida , como ella.
Nos fundimos en un abrazo tierno y grande.
Todavía soy capaz de describir la fragancia de sus cabellos que se enredan entre mis dedos.
Y no ha venido sola. ¿Quiénes son? Parecen figuras en la sombra.
Lloro y río. Me estremezco al rememorar una y otra vez, porque quiero hacerlo, esos breves momentos.
Me seco las lágrimas y ahí está el flash, el sueño que no quiero olvidar:
Suena el timbre de la puerta, voy a abrir... ¡Es Raquel!
Está preciosa. Radiante. Joven. Toda ella es energía.
¡Qué personalidad más arrolladora!
Nos abrazamos como nunca antes lo habíamos hecho.
¡Qué alegría! Por un momento pienso que no se ha ido para siempre. Que todo ha sido una pesadilla.
Hace frío, su cara está helada.
Y esos seres sin rostro detrás de Raquel Son siluetas grises y estáticas. A modo de attrezzo parece que la acompañan, desde luego ahí están, han venido con ella.
La escena , tan cotidiana, tan bella.
El escenario , no es una rellenita nube de algodón sino el rellano del piso donde vivimos en esos momentos.
Y mi hermana Raquel , no va de blanco. Lleva una gabardina negra, su favorita. ¡Qué guapa está!
¡Dios mío! No me ha dado tiempo a preguntarle , tantas cosas.
¡Ojalá pudiera volver a abrazarla!
Pero esta vez no para despedirnos, sino para decirnos:
¡Qué bien! ¡Ya estás de vuelta! ¡Te he echado tanto de menos!
Hola Asun,
Encantada de que me saludes.
Gracias por tus palabras. Ja,ja,ja..., Margarita está bien ¡imagínate! con
todos sus amigos.
Yo también te sigo.
Saludos
