Somos los bohemios,
los inconformistas,
los pesados,
los informales,
los flipados,
los rebeldes,
los ignorados.
Somos los que sueñan con los ojos abiertos,
los que llevan por corazón un candado
porque saben que amar mata.
Los que no aman vivir del arte,
pero que viven por amor al arte.
Fantaseando con revoluciones,
manifestaciones,
con el regreso de "las vacaciones
que hace tiempo se tomó la justicia".
Pero muy para nuestra desgracia,
son tiempos difíciles para los soñadores.
Soñar resulta caro,
pues las decepciones no son baratas,
(que me lo digan a mí,
aún pagando a plazos
desilusiones del pasado)
pero negarse a intentarlo,
es una fechoría contra la libertad.
Son tiempos difíciles para los soñadores,
pero las malas épocas no nos derrotan,
porque somos poetas,
y simplemente, nos inspiran, nos provocan
a seguir escribiendo,
luchando,
y sobre todo,
soñando.
