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Seiko 3000 - Capitulo 93- Detalles y Reminiscencias

Además de toda la historia oculta tras la revelación del cuadernillo, descubrieron que Troyana era parte de un planeta lejano ya extinguido hacía miles de años antes de la llegada de los colonos.
En él Helios y Helias eran hermanos y regentes en dos partes del planeta. Helios, el pequeño varón, atravesaba una época de malas cosechas y de plagas persistentes que mermaban, casi en su totalidad, a sus seguidores y sus campos. Mientras, Helias, la mayor de los hermanos, aprovechaba recursos eficientemente y se mantenían al salvo de plagas y catástrofes como las que les acaecían a las tierras de su hermano.
Lejos de ayudarle, Helias veía como la propia codicia de Helios al no dar su fortuna para aliviar las heridas de sus habitantes y le dio la espalda. El varón, lleno de ira y de envidia decidió perjurar viejos rituales, oscuros y tenebrosos, para alzarse contra su hermana. Éste consiguió el poder de convertir la voluntad de quien quisiera y del de ponerla sobre su mando. Convertía a campesinos en auténticos asesinos que comenzaron a invadir con crudeza las tierras de su hermana. Helias quiso enfrentarse con su hermano usando sus fuerzas armadas pero, al contar con sus propias fuerzas armadas y todo quien quisiera, Helios ganaba todas las batallas. Ponía en primera fila a niños, mujeres y ancianos para que las fuerzas de Helias, se ofuscasen y dudasen en disparar o no.
La “plaga de Helios”, según Simón Hiretuk, masacró a toda la población que Helias protegía en poco tiempo.
Sola en su palacio, rogó a los espíritus del planeta darle las fuerzas necesarias para desbaratar los planes de su hermano. Éstas ofrecieron unos poderes, aún mayores de las que poseía Helios, para “salvar” el planeta.
No pudiendo actuar antes de que la espada de su hermano estuviera al lado de su cuello, optó por la destrucción total del mundo que conocían.
Una gran explosión destruyó el planeta reduciéndolo a cenizas ardientes que, con el paso de los siglos, terminaron por sucumbir al vacío del espacio exterior.
Todo se disipó salvo un pedazo de roca enorme. En él, aún seguían las dos fuerzas opuestas, selladas y en tablas dado a que los dos hermanos habían muerto.
Los sly percibieron ese meteoro y decidieron dar uso de la parte malvada haciendo que parte de la roca se estrellara en Las Partidas.
Ese fue el verdadero origen de Troyana.
Era ya 6 de julio cuando se pusieron en marcha hacia el volcán Inferno los 6 dejando a Gabriel que regresara con su barco, ya reparado, hacia Bahía Cost.
- ¿Hemos hecho bien en dejarle que vuelva solo? – preguntó Cassandra
- No creo que suceda nada grave – respondió Alcoida por encima del ruido del motor de la zodiac – Pero es mejor que sólo nosotros nos adentremos allí…
- ¿Y si pasa algo grave? – dijo Cassandra
- Entonces… - dijo Salvador con los ojos clavados en la siguiente isla – Más vale que sepamos usar bien nuestras fuerzas.
Cassandra bajo la mirada no pudiendo aguantar los nervios. Eloise estaba impresionada por la velocidad de la lancha y se reía a carcajadas cuando batían una ola. Fran la veía como una niña que acababa de descubrir más mundo. Estaba preocupado por lo que pudiera pasar allí dentro. Ya se encargaría de protegerla durante el resto viaje. Se veía en la obligación de hacerlo.
Roberto miraba la costa próxima por si hubiera alguien esperándoles pero no encontró a nadie.
Pero los fantasmas si que los veían a ellos…
Pobres viajeros…
Serían la comida de los espectros aquel día…
Al llegar a la isla, subieron la zodiac hasta el límite de la playa con la selva. Fue cuando Alcoida presintió que algo les acechaba. Salvador, apercibido por un sutil toque de su hermana desenfundó sus dos espadas y permaneció a la escucha. Los demás protegían a las chicas con sus armas, parapetados detrás de un gran tronco caído.
Alcoida bajó con rapidez su tridente cuando apareció el primer espectro
- ¡Ay!
- ¡Quieto! – dijo Salva poniéndole ambas espadas alrededor de su cuello
El fantasma era de pequeña estatura pero se distinguían todas las facciones de ser humano.
- ¡No me hagáis daño! – balbució el pequeño
Alcoida hizo que Salva bajara sus brazos. El pequeño se levantó un poco asustado.
- ¿Cómo…? ¿Como me habéis podido ver? ¿Y pegar?
- Somos especiales puesto que somos Aimier – respondió Salvador
- Con que Aimier ¿Eh? – respondió una dura voz detrás de él. Un formidable fantasma con un grupo de otros tantos espectros grises tenían un semblante ansioso y enfurecido – Los Aimier fueron los que hicieron que seamos lo que somos
- ¿Qué? – dijo Fran extrañado por el intríngulis del fantasma
- Calla – dijo Eloise agarrando por el brazo a Fran – Llevan siglos sin comunicarse con el exterior. Y además, Salva ha abierto la caja de Pandora al decir eso…
- ¿Qué quieres decir? – dijo el Aimier dirigiéndose a fantasma que le había acusado a sus antepasados. Alcoida permanecía seria y con el tridente en riste.
- Sois los culpables de nuestro abandono. ¡Debéis pagar por ello! – gritó lanzando su puño hacia Salvador.
La hoja de la espada del alcalde basto para parar, sin inmutarse, el golpe.
- Deberías saber que somos de una pasta especial – dijo con una sonrisa fácil
- ¿Eso piensas?
Y un segundo golpe le sorprendió a la altura del estómago. Debido a la considerable fuerza de aquel fantasma, el Aimier salió despedido varios metros atrás. Cassandra se desembarazó de Roberto y desenfundo su espada antes de que los demás espectros se dieran cuenta de hacia donde se dirigía. Un corte en diagonal seccionó la silueta del espectro formidable en dos partes.
Luego se volvieron a unir.
La cara de Cassandra era todo un poema.
- ¡Imposible! – dijo ésta
- Debías saber que ya estamos muertos
Y otro golpe la lanzó a la altura donde Salva había caído. Los hechos sucedieron con rapidez. Roberto abrió fuego a discreción pero las balas atravesaban los cuerpos etéreos y pronto se vio envuelto por aquellas sombras. Fran se escabullo entre los espectros que le rodeaban y Eloise pronto hizo alarde de agilidad asestando golpes largos con su caña flexible. Aun así, pronto se vieron rodeados con facilidad. Alcoida, en cambio, permaneció quieta todo el rato con una expresión dura hacia el principal agresor.
- ¿Y tú que monina? ¿No harás nada de lo que te puedas arrepentir?
- Ni se te ocurra volver a pensarlo…
Y con un visto y no visto hirió profusamente al espectro en el torso. Una herida de lado a lado manaba una sangre azul, igual de volátil como sus cuerpos.
- ¡No puede ser! – dijo comenzando a desaparecer
- Te dije que no te atrevieras a hacerlo… imbécil
Y con él, el resto de los fantasmas desaparecieron como si volutas de humo fueran.
- ¿Qué eran? – dijo Roberto
- Reminiscencias… Espectros ligados al lugar… Llevaban aquí mucho tiempo
- Pero eran distintas – dijo Eloise asombrada – Yo las conozco y son bien distintas
- Se nota que estamos cerca de una verdad oculta – dijo Fran con tono sombrío.
- Evidentemente, los ustules estuvieron aquí bastante antes que nosotros…
La afirmación de Salvador inquietó al grupo.
Y lo haría hasta bien llegado a la boca del volcán Inferno.
Keitaro24 de septiembre de 2009

2 Comentarios

  • Elnovelistadeoro

    hola amigo keitaro, este es un amigo, pasaba por aqui y siempre me gusta darme la vuelta para leer un poco de tus historias, oye a todo esto tu amigo de donde eres?,
    espero respuesta pasare mas tarde

    06/10/09 11:10

  • Keitaro

    de los madriles. gracias por seguir la historia. Te recuerdo que puedes descubrir más detalles en el sitio de Seiko 3000 en www.seiko3000.blogspot.com

    07/10/09 08:10

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