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El Ahorrista (primera Parte)

Acá está el guión cinematográfico que realicé, medio en broma, medio en serio, luego de la crisis de 2001. En ella trato de reflejar con un poco de humor, cómo se hubiera realizado una película estadounidense que refleje de manera épica la lucha de los ahorristas ante el Estado por la implantación del "corralito". Espero que lo disfruten.


GUIÓN CINEMATOGRÁFICO DE
“EL AHORRISTA” (Give me my fucking money)

Se advierte al público que cualquier parecido con hechos o personas de existencia real es mera coincidencia.

Protagonistas:
Billy Aguir
Sthephany
El gerente del River’s Bank
El cajero del banco
El director de EFP
El comisario de GMPD
Herbert Smith

Ruta despoblada en medio de la nada. Aguir va en su camioneta F-100. Detrás, su perro Bobby comienza a ladrar.
Aguir: ¡Hey Bobby, ya llegaremos a casa! ¡No te impacientes!
Bobby: ¡Guau, guau!

Llega Aguir a Great Mount. Se ven los edificios. Estaciona la camioneta en la plaza. Acaricia al perro.
Aguir: Espérame. No tardaré.
Primer plano del River’s Bank of Great Mount. Entra Aguir y hace cola para los depósitos.
Cajero: ¡Hola señor Aguir! ¿Cuánto depositará, señor?
Aguir: Ochocientos dólares.
Murphy: ¿Plazo fijo o cuenta corriente?
Aguir: Plazo fijo.
Le da los dólares. El cajero cuenta y realiza el depósito. Sonríe y le da un comprobante. Le desea buenos días.
Aguir recoje su camioneta y acaricia al perro. Un joven le pide unas monedas por cuidar de su vehículo. Le da un cuarto de dólar.
Aguir: ¡Niño, recuerda: en la vida hay que ahorrar!

Se ve a Aguir en medio del campo, bajando de su F-100. Abre la tranquera de su estancia. El perro salta de la parte trasera y va a beber agua. Sale de la casa Sthephany.
Sthephany: ¡Mi amor, al fin llegaste!
Aguir: ¡Oh, sí! Toma, te traje un regalo. (La abraza y le entrega un obsequio).
La muchacha lo abre y comprueba que es un adornito lleno de brillantina.
Sthephany: Es... uno de esos adornos para predecir el tiempo. ¿No?
Aguir: Mi esfuerzo por ti bien vale la pena.
Sthephany da vuelta el presente y ve que en la base hay una etiqueta que dice “All for two bucks – Alem 346, Great Mount”.
Entran a la casa.
Aguir levanta en el aire a Sthephany. Se besan.
Aguir: Mi amor, pronto nos casaremos. Saqué fecha en la iglesia de Great Mount. El 20 de diciembre seremos marido y mujer.
Sthephany: ¡Oh, Billy! ¡Cuánto te amo!
Aguir se tira a un sillón de tres cuerpos. Toma el control remoto.
Aguir: Ya todo será mejor, mi amor. Tuve un gran año con mis campos y vendí mucho. Tengo U$S 14.000 en el banco.
Enciende el televisor en Chronicle TV. Se ven letras blancas sobre un fondo rojo. Sonido estridente.
“HORSE ANUNCIA BLOQUEO DE LAS CUENTAS BANCARIAS PARA EVITAR MAS FUGAS DE CAPITAL”.
“TODO EL DINERO DE LOS PLAZOS FIJOS NO SE PODRA RETIRAR”.
“CADA PERSONA PODRA RETIRAR 250 DOLARES POR SEMANA DE LAS CAJAS DE AHORRO”.
Aguir enmudece y se tapa el rostro.
Sthephany: (sorprendida) Amor, ¿qué sucede?
Aguir: (se descubre el rostro, lleno de lágrimas) Estoy asumiendo la cruda realidad. Todo mi dinero ha quedado acorralado en el banco. ¡Mira las noticias!
Sthephany: ¡Oh Billy! No te hagas problemas. Tómatelo con calma. Habrá alguna manera de sacar nuestro dinero de allí para que podamos casarnos. Pues ¿nos casaremos, verdad?
Aguir la mira a la cara y se para. Luego da una vuelta y mira hacia la ventana.
Aguir: Si no salto esta situación, me temo que será imposible...
Ambos se miran y se abrazan. Gimen sonidos desarticulados. La cámara gira hacia el techo.

Es de noche en la casa de Aguir. Se despierta del lado de Sthephany, sudando. Ve que es tarde. Saca su celular.
Aguir: ¡Hola Joe! Hablo yo, Billy. Estoy necesitando tu ayuda. Mira, tienes que prestarme algunos dólares para casarme. Resulta que el ministro de economía Sunday Horse no me deja quitar mis ahorros del banco, y para el 20 debo casarme con Stephany.
Joe: ¡Seguro Billy! Te debo mucho de los preceptos sobre el ahorro en la vida. Sin ti, hoy sería tan sólo un vago sin oficio ni beneficio. ¿Qué precisas, cien, doscientos dólares?
Aguir: ¿Joe, estás bromeando? ¡Con ese dinero no puedo organizar ni un picnic! Necesito como mínimo diez mil de los grandes.
Joe: (con furia) ¡Oye taimado! ¿Te crees que soy rico? ¡Por tu culpa mi dinero también está congelado en el banco como un maldito mantecado! ¡Vete al infierno!
El amigo corta de repente. Aguir mira el techo. Se oyen sus pensamientos:
“Si tan sólo hubiera tomado más tiempo para hacer amigos tendría alguien más para pedirle dinero prestado”.

Dos semanas después.

Se ve la gente en la calle, haciendo colas en los bancos. Aguir está desde hace dos días esperando reclamar. De pronto, suena su celular.
Aguir: Hable.
Celular: ¡Hola Aguir! Soy yo, su abogado McStevens. Le debo dar malas noticias. La justicia no dio lugar al pedido de amparo de su dinero. El mismo se mantendrá intacto en el sistema financiero hasta nuevo aviso. Dicen que usted no es mayor de 75 años y que el motivo de su casamiento no es tampoco una buena causa para retirar sus dólares.
Aguir mira al celular y grita:
Aguir: ¡Inútil! ¿Para qué le pago?
Y arroja el aparato por los aires.
Aguir: ¡Malditos políticos! ¡Sucios capitalistas! (a la gente que espera) ¿Ustedes buscan tarjetas de débito o que los amparen en contra de este, cómo decir? ¡Corral! No sean ingenuos. ¡Debemos revelarnos contra el opresor que nos exprime nuestros depósitos!
Aguir sale corriendo a una ferretería y trae un martillo. La multitud lo aplaude al ver golpear la cortina metálica del River’s Bank. Todos comienzan a arrojar piedras y con ramas y palos rompen los vidrios de la sucursal de Great Mount.
Llega GMPD (Great Mount Police Department) y reprime a los manifestantes. Aguir corre hacia la plaza y toma un palo largo.
Aguir: ¡Ciudadanos estafados! ¡Únanse a mí para la lucha!
Aguir aporrea a los policías. Le tiran balas de goma y yace en el suelo, mirando el cielo.

Se ven imágenes borrosas. En ellas, Aguir corre por sus campos y ve cómo los sembrados se van evaporando hacia el cielo. El viento que se va generando es cada vez más fuerte. Por último, desaparece su casa.
Él se abraza a un árbol, pero al final es succionado por la tormenta. Empieza a gritar el nombre de su prometida.
Aguir despierta de su sueño. Se toma el rostro. Está en prisión.
Aguir: ¡Arghhhhhhhhh!
Guardia cárcel: ¡Eh! Oye forastero, no grites que los otros prisioneros están viéndote con malos ojos.
Aguir: ¿Dónde estoy? ¡Oh! Es la prisión federal de Ezeiza. Jamás he estado en prisión
Llega el director de la Ezeiza’s Federal Prision (Sean Connery), acompañado por dos policías. Le abren la celda de Aguir. Se sienta en la cama. Hace un gesto adusto.
Connery: ¡Ay hijo! No sabes en qué lío te has metido.
Aguir: Oiga viejo, escúcheme. Usted no sabe lo que está diciendo. Yo soy un ciudadano como usted, como cualquiera. ¿Sabe a qué me dedico? Tengo campos en Blue City. Doy trabajo a treinta personas. Vendo diversos cultivos al mundo. Hoy mis territorios están llenos de agua, pero al gobierno le importa un maldito cuerno. Y no quieren que logre sacar mi dinero tan bien ganado.
Connery: Hijo, no me importa la historia de tu vida. Lo que te digo es que vivimos en tiempos complicados para que te reveles así. Tu dinero está seguro en el banco. Has provocado una pequeña rebelión en la zona sur. Tu ejemplo cundió y no queremos líderes aquí. No por lo menos ahora.
Aguir: (se para) ¡No! Yo debo casarme con mi Stephany para el día veinte. No permitiré que ningún gobierno me quite lo que es mío.
Connery: Yo he venido para avisarte que estás liberado. La opinión pública no te quiere aquí dentro. Eso no le conviene al presidente Ferrand Of the Street. Pero no quiero que vuelvas a intentar algo semejante. La próxima vez no habrá perdón.
Aguir se levanta y escupe al suelo.
Aguir: No necesito su sucio perdón. Váyase al infierno.
Aguir se aleja de la escena, cabizbajo.

Aguir se encuentra con Sthephany, y ambos lloran por su dinero perdido. Se abrazan.
Sthephany: (al oído) Lamento tener que decirte, Billy, que creo que ya no te amo como antes.
Aguir queda congelado. Sthephany sale corriendo.
Aguir mira el reloj. Es cerca de medianoche.
Aguir: (pensamiento) Esto se acabó. Ya me verán actuando.
Toma su camioneta y se dirige a la capital. Va escuchando la radio.
Radio: “Se han repetido hechos de violencia en todo el conurbano y la Capital. Los saqueos se repitieron en comercios de todo el país. Los piquetes han llegado hasta el corazón de Airs Fines City. Dado este clima álgido, el presidente Of the Street declaró el estado de sitio”.
Al escuchar esto último, Aguir acelera más.
Aguir: (enfurecido) ¡Ya verás, maldito Ferrand Of the Street! Yo te quitaré lo aburrido.
Llega a May’s Square. El silencio de la noche llena todo el sitio. Aguir saca una olla de aluminio y una cuchara de madera. Se aproxima a la Pink House. Empieza a golpear.
Aguir: ¡Malditos políticos! ¡Devuélvanme mi maldito dinero! ¡Este es el comienzo de una revolución de la clase media!
Espontáneamente, van surgiendo de las calles ciudadanos que imitan a Aguir, con cacerolas y palos para golpear y mostrar su descontento. En ese momento, Aguir se da cuenta de que armó una revuelta gigantesca. Se colma la May’s Square. Aparecen banderas de Argentina y carteles a favor de la causa de los ahorristas. La muchedumbre comienza a marchar hacia el Congreso.
Aguir va al frente, arengando a la multitud. Hay niños, mujeres, ancianos, hombres de todas las edades. Gritan consignas para que se vayan todos los políticos de sus cargos.
Todo iba bien hasta que llega la policía. Reprimen a los manifestantes que se desbandan. Pero Aguir se enfrenta a ellos, con palos y golpes de puño. Pero logra escapar en su F-100. Los policías se lanzan a su búsqueda en patrulleros con la inscripción “At the serve of the community”.
Aguir se escabulle por la calle Defence, abandona su vehículo y espera en el Lezama’s Park. Logra al fin huir (música dramática).

Aguir despierta con el sol en la frente. Ve que la ciudad está convulsionada. Se acerca a un puesto de diarios. En la tapa del The Nation aparece la noticia de la renuncia de Sunday Horse.
Aguir: (pensamiento) Pensar que a esta hora estaría casándome con Stephany. Pero por culpa de los políticos no he podido. Ya cayó uno de los malditos. Falta el más importante: Ferrand Of the Street. Ahora iré por ti, amigo.
Se muestra la vidriera de un local de venta de electrodomésticos, Garbarine’s. En una de las televisiones hay un noticiero que muestra los sucesos de la madrugada. También enseñan el identikit de Aguir.
Televisor: Se dice que esta persona, identificada como Billy Aguir, es la que comenzó los disturbios y el cacerolazo que forzaron a renunciar al ministro Horse. Es muy peligroso, por lo que recomendamos a los ciudadanos dar pistas sobre su paradero.
Al verse a sí mismo mencionado como un cabecilla de los disturbios, Aguir comienza a pensar.
“Si ya llegué a esta instancia, no puedo dar marcha atrás”.
Y enfila para May’s Square.
CONTINUARÁ...
Khas07 de julio de 2008

1 Comentarios

  • Mejorana

    Me lo he imprimido para le?rtelo despacio y comentarte a fondo.
    El tema lo merece y tu eres una persona bien informada.

    07/07/08 09:07

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