Canción En Tiempos de Broma
Como la nieve que se congela
y no deja sitio a los besos.
Como un niño sin su abuela
o un Hércules contra Nessos.
Una visita de un exorcista.
Un corte de pelo mohicano,
un enemigo en mi lista.
Un sicario de este sistema insano,
la búsqueda del cráneo de cristal.
Una melodía de sol en verano,
y la pesadilla de un enfermo mental.
Esta es la canción en tiempos de broma.
Cuando decida beber del falso Grial.
Y los camellos sin carbón traigan soma,
y el día del Juicio el juez sea imparcial.
Para el recuerdo queda aquel cónclave:
Tyler Durden, John Dillinger y Rourke,
el viejo y el mar donde perdió las llaves,
una duquesa, y Aventura que vuelve del sur.
Uno de mis profesores que tanto sabe,
y el Zorro que le toca cargar con su cruz.
Adoro aquellos tiempos, en los que las olas
te dejaban a un metro escaso de mí.
Mis manos nunca querían ir solas
ni les gustaba esperar el mes de abril.
Alivio mis penas en la cola del paro,
donde mi currículum espera su turno.
MI futuro nunca estará claro,
tal es la belleza de un hombre nocturno.
Espectro del club de los poetas muertos,
en Persépolis pirómano contratado.
En Rumanía antiguo empalado,
Vengador del Caribe, bucanero tuerto.
El póker ha trocado en tarot.
Sigo trabajando y me han despedido.
Solo aceptaré las llamadas de Dios,
si son a cobro revertido.
Esta es mi canción en tiempos de broma.
Así será mi salmo, mi hallel, mi coral.
Donde tras mis palabras no haya punto y coma,
y valientes estoicos aguardemos el mismo final.
