Garachico, que grande eres; desde pequeña, y aún sin saberlo, me fuiste cautivando.
Hoy, en la distancia,cierro los ojos y mis sentidos me transportan hacia ti.
Es mi olfato el que inyecta ese penetrable olor a marecía que te caracteriza,equiparable totalmente a la mejor de las fragancias.
En tu Caletón me sumerjo y es entonces cuando a través del tacto tus terapeuticas aguas me revitalizan, cual si de la mejor medicina se tratase.
Dejo que mi vista busque ese Volcán dormido, el cual con la ayuda de la madre naturaleza sangró un día para detener en el tiempo este hermoso paraje isleño, no permitiendo así que el hombre lo contaminara ,con la avaricia del bienestar económico.Me giro otra vez y veo EL Roque en medio del mar , intocable pero admirable.
Sus gentes, con su habla , ofrecen a mis oidos un hermoso y continuo cántico, pues sus voces melódicas parecen fluir con el aire.
Garachico, me sabes a Paz, a lugar donde se encuentran los cuerpos con las Almas y las Almas con Dios. Este texto es para tí.