Mi Ella.
Claro, me recuerdo de su flequillo cayendo por su ojo izquierdo, de su sonrisa tímida y su andar indeciso. Podría detallar la forma en la que se veía ese día con mucha precisión, el olor que percibí cuando la abracé por primera vez, esquivando esa mano que ella me estaba dando. La estruje en mis brazos y me sorprendió lo bien que se sentía, ya sabes, como si perteneciera ahí desde hace mucho tiempo y hasta ahora regresaba, es tonto, porque era la primera vez que la veía, pero sus brazos se sentían como mi hogar, acogedor, seguro. Sólo era una chica amando a otra chica, concibiendo la idea que no estaba tan mal, y que quizá la niña de flequillo me dejará admirarla por más tiempo. Ella. Qué colosal pronombre en unos labios resecos de insatisfacción. Chica. No hay nada de malo para algo que siente tan bien. Y no era el género, el cabello, la sonrisa, o el aroma, no eran las palabras, o su forma de mirar, era un conjunto de todas ella, que se tocaban y a la vez no. Estaba amando a la persona, a lo más profundo que podía llegar cuando me atravesaba en su pupila. Cuando emitía su risa, de pronto, me encontré identificando cada una de ellas, la alegre, la nerviosa, la despreocupada y la temerosa, la última, por extraño (o masoquista, aunque de esto no hay nada en realidad) que sonase me identificaba. Estaba desarrollando una nueva teoría de algo caótico amoroso. Encontrar a una persona que le temía a lo mismo que tú te da una comodidad tan estable, que quieres quedarte. El miedo al rechazo, al abandono, al adiós anticipado, a la indiferencia, a lo complicado, a lo extraño, todos estos temores, estas fobias que carcomen el alma, al encontrarlas en un cuerpo blanquecino y sencillo, me enamoraron. ¿Y qué más daba hallarlas en un hombre o una mujer? Eso era lo de menos, eso era algo mundano, y a pesar de ser humanos y frívolos, iba a guardarme algo más natural en el interior de mis pensamientos y acolchado bajo mí corazón. Mi ella
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Polaris
Relato precioso y preciosista, me cautiva tu lenguaje, te felicito.
Pol.
26/09/17 07:09
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Cassandra
De lo más bonito que he leido.
Un abrazo
27/09/17 03:09
