Muchas veces, cierro los ojos, para no ver nada, para relajarme con la oscuridad; pero oigo, oigo como discute la gente en la televisión del cuarto de al lado, oigo como algunos niños ríen y otros lloran en la calle, oigo a mi madre hablando con mi padre, oigo la música de la videoconsola de mi hermano, oigo como crujen los muebles, oigo el sonido de las manecillas de mi reloj... En definitiva, ruido. Y no puedo evadirme.

Otras veces, para intentar relajarme, me pongo los cascos y la música a tope, entonces intento no pensar y dejarme llevar, pero entonces veo, veo la luz de mi cuarto, molesta, entra mi hermano y me quiere hablar, yo no le oigo, me quito los cascos y me grita que mi madre me ha estado llamando todo el rato...
Tampoco puedo evadirme.

Y otras veces, cuando no puedo mas, me pongo los cascos, pongo el típico cartel de ''NO MOLESTAR'' en mi cuarto y cierro los ojos.
Ahora no veo, tampoco escucho, ya me da igual todo, quiero relajarme, evadirme de este mundo tan simple y tan complejo a la vez, y pasan las canciones, una, otra, otra.. Y ahí empieza, aunque cierre los ojos y me tape los oídos, oigo y veo... Empiezo a recordar.

Al principio sonrío, me acuerdo de los momentos buenos que he vivido, a veces me río, otras suspiro por que me gustarían que se volvieran a repetir; después caigo en esos momentos, momentos que he pasado mal, momentos de los que en el pasado quería evadirme, ahora vuelven, y ya no puedo cerrar los ojos ni taparme los oídos porque ya lo estoy haciendo; no hay ninguna forma de evadirme, oigo, veo, siento... Y se me derrama una lágrima, entonces abro los ojos, me quito los cascos, y, oigo y veo, oigo y veo el presente, me digo a mi misma que eso era el pasado, que este es el presente, presente que me gusta, que estoy bien, y entonces, con los ojos abiertos, los oídos destapados y estando en el presente, me evado.

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