¿De qué sirve tener a tu lado a gente que quieres si ellos no demuestran lo mismo? ¿qué sentido tiene alargar algo que ya se acaba?, para mí dejó de tenerlo, dejaron de brillar estrellas, de romper las olas del mar, quedó en silencio el lugar del alma donde antes había risas, el sol miró hacia otro lado y la luna se tapó compungida.
LLegó el momento de decidir si continuo mintiéndome a mí mismo, el instante en que debo ser yo mismo o seguir siendo esclavo de mis temores, seguir intentando mantener amistad, siempre detrás de la gente, siempre esforzándome para que a la hora de la verdad, siempre me sienta solo.
Así que he roto con todo, he borrado moviles, bloqueado redes sociales... he dicho basta y he buscado la fuerza para hacerme valer, he perdido amistades... abierto un camino, ¿a qué precio?, sé la teoría sé que la amistad es cosa de dos y hay que cuidarla, pero cuando eres tú quien lleva el desengaño, quien toma la decisión y rompes con todo, alejándo de tu vida esa situación, esa persona, ¿quién tiene en cuenta la herida que se hace uno mismo? ¿quién cuenta las horas y las lágrimas que se derraman porque echas de menos a alguien que a tí no te extraña?.
Hablo de amistad, hablo de estar para lo bueno y lo malo, hablo de que poca gente evita que llegue el fatal desengaño.
