Fui tuya durante mucho tiempo me hacías sentir la mujer más dichosa del mundo y a la vez la más desgraciada, nunca te reproché lo más mínimo, y acepté tu condición de macho en la relación, sumisa.. a tus pies, sí mi amo haré todo para complacerte, a cambio de eso prométeme que nunca me harás daño. Lo hiciste, lo prometiste, pero no lo cumpliste, demostraste lo hombre valiente que decías ser no cumpliendo tu palabra para mí una persona hecha y derecha sea hombre o mujer es una persona que cumple y demuestra, no como tú hundiste mi vida hasta que toqué lo más hondo del fondo las llamas del infierno me abrasaban todas y cada una de las partes de mi cuerpo a la vez que mi sangre se convertía en cubitos de hielo y mi corazón se rompía en mil pedazos, sufría y ahí estabas tú para destruirme todavía más. ¡Demonio encarnado, qué poco hombre fuiste! Ahora te arrepientes de todas las marcas en mi cuerpo de las cuchilladas en el corazón de las mil agujas que me clavaste con tu maltrato, ¿Ahora? Después de hacerme entender que estaba en el otoño de mi vida con solo 17 años que las lágrimas caían de mis ojos como hojas de árbol en octubre, ¿Ahora te das cuenta que aquel animal indefenso que yo era, al que maltrataste, fue lo mejor que te podía haber ocurrido en la vida ahora pides perdón? Pues ahora querido mío lo siento, dejé tu vagón infernal y me fui a la gloria, remonté mi vida sobre mí misma crecí sola sin ayuda de nadie ¿Ahora después de tantos años que han pasado, te arrepientes? Lo siento, cambié de tren. Aprendí que las heridas internas no se curan con alcohol sino con valor. Gracias a ti, al menos no fuiste completamente inútil, serviste de mal ejemplo.
