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En El Cuento Equivocado.

Mis alas se quebraron en cuanto cai en aquel pozo donde habitaba un conejo blanco. Mi pelo comenzo a ondularse y mi blancura a oparcarse, el pozo era interminable y el conejo blanco con sombrero negro habia desaparecido. ¿Que diablos es esto? ¿Un espej... que? Espejos de diferentes formas estaban pegados a la pared y deformaban mi cara , todo tipo de objetos flotaban en el mismo lugar, mientras yo seguia cayendo hacia la nada... ¿Estoy soñando?... El golpe contra el suelo frio, me respondio por si solo. La cara resono contra el marmol de colores y me sobresalte al ver que el lugar se habia convertido en una clase de salon, repleto de puertas enormes y una sola, de un tamaño especialmente reducido. La pequeña puerta estaba abierta y me invito a entrar, todo era gigante, excepto una de color madera que era de mi altura. Me acerque sosteniendome de la idea de que todo era un sueño y pronto despertaria, tenia que despertar o esto seria una lo...
-¿Alicia?
Una voz que no conocia me llamo desde atras y algo me empujo al otro lado de la puerta. De aquella semejante locura, salio otra peor. Las plantas tapaban la vista al cielo y raras especies de estas, estaban en mi direccion como si fueran a deborarme. Deje de contemplar el lugar y me levante de golpe buscando a lo que sea que me habia empujado , pero nadie habia alli... La puerta se habia cerrado sola, como si tuviera vida propia y eso me desespero... ¿Donde estan mis alas? ¡Cai en el cuento equivocado! ¡En el lugar equivocado y en el tiempo equivocado! Tenia que irme, debia encontrar una salida y huir antes de que el cielo me pidiera que vuelva y regrese mis alas a donde pertenecen. Desespere perdida, intentando encontrar algo diferente que no sea una planta o una oruga celeste y asquerosa. "¿Eres tu?" Su voz era horrorosa y hui espantada, lo mas rapido que pude. Me llamo a gritos, canto un nombre, pero no era lo que estaba buscando. ¿Desde cuando los insectos hablan? No era alicia, ni habia aparecido alli para salvar a nadie. Mi camino estaba en otro lado y me habia desviado de carril. ¡Dios mio!
-¿Alicia?
¡Dios! ¡No, no soy la maldita y empalagosa Alicia! Grite para mis adentros a la vez que me giraba y me encontraba co... ¡Cielos!
-Tu... no... Eres Alicia. O por lo menos no te recuerdo... ¿O si? ¿Si? ¡No lo se! ¡S... No! ¿No eras rubia? ¿Por que tienes ese color de pelo?
-¿Qui... quien diablos eres? ¿Que es este maldito lugar?
Sus ojos... ¿Que color eran? ¡No lo se! Me observaron extrañado y luego se acerco demasiado brusco, observandome de arriba abajo, tocando mi pelo, mi esp... ¡Ay! Me aleje de golpe y me puse enfrente de nuevo.
-¿Que eres? ¿Por que tienes esas dos inmesas cosas en tu espalda? ¿Es pelo? ¿Que eres? ¿No eres Alicia?
¿Quien es Alicia? Estaba odiando demasiado ese estupido nombre.
-¿Quien eres tu?
Esa pregunta lo desconcerto y sonrio exageradamente. Su pinta era... Demasiado extravagante, llevaba muchos colores encima y su pelo corto era lo mas delicado que tenia. Detras de todo esos colores y detalles.. Era un lindo joven.
-El sombrerero.
Me rei, pero por su expresion parecia que estaba diciendo la verdad... El cielo rugio desde arriba y hizo que la lluvia nos interrumpiera el momento. ¿Ya es hora? ¿Tan rapido? ¡Ni siquiera se porque me has traido aqui! Grite para mis adentros la vez que desplegaba las alas, que ahora estaban como nuevas, y dandole la ultima vista al extraño lugar. Sus ojos seguian observandome como si fuera un ser de otro mundo, y tenia razon. No pertenecia a ningun otro lugar que no sea un cielo, pero tampoco sabia que diablos estaba haciendo o porque motivo habia seguido a aquella bola de pelos blanca con sombrero. ¿Un conejo con sombrero? ¡Todo es tan extraño!
-¿Que eres?
Volvio a preguntarme impaciente y aguantando millones de preguntas en su cabeza. Lo observe unos cuantos segundos y sonrio. Sonrei sin mostrar los dientes y creo que fue alli donde el tiempo se freno y las alas me vibraron de golpe. El cielo volvio a rugir y me obligaba a partir, era hora. Era hora. No respondi, pero sonrei. Ahora sabia el porque de ese extraño lugar. Habia encontrado al joven mas loco, el sombrerero de un cuento al que no pertenecia y yo... ¡No! Me grite para mi misma y tome vuelo.
-Dime que no es cierto.
Deje soltar un insulto para mi misma y observe a aquel joven que me observaba extrañado y lleno de emociones sobresaltadas en su rostro. ¡Dime que no es cierto!
Universo25 de marzo de 2015

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