La mediocridad no es aceptable para mí, decía el estirado escritor. Sus equinas facciones esbozaban un rictus de soberbia y sobrio recato. Una hebra de más no tiene perdón en el impío tejido de la perfección.
Serio, crítico, filoso, la pesadilla del escritor aventurero. No te acerques a él a menos que sea para presentarle la obra más breve y árida que puedas lograr. Escaso, lento, metódico, puntilloso, consume toda su paciencia en el proceso creativo y descarga su ira contra los palurdos novatos. No hay perdón.
Desata la sórdida crítica en el escritorio de su estudio, habita entre las cuatro paredes más estériles en que jamás se haya explayado la pluma un escritor. La obra ha de ser impactante y breve, como el rayo que azota el cielo y la tierra. Debe lograr una copia fiel de los jardines paradisiacos o un retrato exacto de los infiernos más incandescentes.
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Escritores en 150 palabras
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El escritor del cafe
El escritor severo
El escritor matematico
El escritor enamorado
El escritor celoso
El escritor narcisista
El escritor existencialista
El escritor espantado
El escritor aprisionado
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