Fui despreocupadamente hasta allí, rodeados de una peculiar panda se amjgos. Durante el camino no paramos de reir, hacer chistes y hablar de nada en general. Yo, como uno más, no pensaba en otra cosa más que en disfrutar de la aún joven noche.
Pero todo cambio cuando llegamos. En ese momento, entre todas, te encontré a ti. No sabía que ibas, ni si quiera había caido en esa obviedad. No eras para mí más que un melancólico recuerdo del, aún presente, pasado. Maquillada y vestida de la mejor forma posible, así te encontrabas.
Después de todo lo que nos ha pasado, sigo sin entenderte. Has estado casi toda la noche al lado mia y yo, tan necio como antaño, igualmente a tu lado. Una vez más nada ha pasado y este será otro recuerdo que tardaré en olvidar, mientras tu posiblemente mañana lo olvides.
¿Por qué eres así? No te entiendo. Un día me dices que no estás preparada para quererme y al otro, actuas como si de mi novia te tratases. Intento olvidarte, de verdad, pero como un memo, acudo a tu recuerdo en mis oscuras noches de soledad.
No sé ni si quiera que decirte. Pero tú hazme creer mínimamente aunque sea y nunca me separé de ti.
