TusTextos

En El Filo de la Noche

Aquella noche halló refugio en una botella, redención tal vez, un suspiro tan reconfortante como una lágrima derramada a tiempo. Aquella noche se abrazó a la soledad fría y húmeda de aquella barra, y a cada trago acallaba esa conciencia insistente, persistente en el error. Su mente se volvía caótica, imágenes desordenadas, razón abandonada en mitad del páramo de sus pensamientos. Lengua amarga y desatada, ácida, labios hostiles, sólo callados por el beso de aquella dama de cristal, que vacía moría y llenando mataba a quien rozaba sus curvas. El veneno empapaba cada rincón de su cuerpo, cada recóndito demonio de su alma. El reloj bailaba en busca de problemas, a cada vuelta, el mundo se volvía un lugar más peligroso y aquel sórdido antro el centro de su ira. Furioso retuerce sus latidos y golpea salvajemente cada rostro conocido o por conocer, es un viaje de ida y vuelta al servicio de sus nudillos que cobran lo que sus pómulos están recibiendo. Tras tal espiral de dolor y desahogo abandona la jaula en la que apunto estuvo de ahogarse, deambula por cada esquina de la oscuridad y hasta la luna parece burlarse de su desdicha, pero ella queda demasiado lejos para reproche alguno. Pero en la penúltima esquina, una sombra de aquel bar espera cobrarse una venganza desmedida, acecha para poner fin a tan dramática aventura y como una tormenta estival, ocurre de repente, punzante el frío penetra en su alma, dando salida a sus problemas en forma de lluvia roja, de llanto seco, de párpados que pesan… se esfuma el verdugo y con él su vida, sus pasos buscan un lugar digno donde caer, pero no le alcanza el aliento, cae en la gélida acera, sin encontrar ayuda, sin hallar consuelo, yace entre el filo de la noche y el crepúsculo de aquella pesadilla, que al fin terminó.
Adrielegance28 de octubre de 2013

Más de Adrielegance

Chat