Despedida al 2016.
Querido 2016:
Gracias, simplemente gracias, por todas las lecciones aprendidas -que no son pocas- por todas las experiencias nuevas o ya vividas anteriormente. Por la gente que he conocido y la que ya conocía pero perdura, por todos los que me han demostrado que valen la pena y por los que me han demostrado que no la merecían.
Gracias por enseñarme que soy fuerte, porque lo he sido en los momentos en los que hacía falta de verdad, por ponerme ante los ojos el claro ejemplo de qué puedo aguantar más de lo que yo misma pensaba y que soy autosuficiente y totalmente independiente -algo que tal vez antes no veía o no quería ver-.
Gracias por convertirme en la persona que soy ahora, porque no podría estar más orgullosa y por cambiar un poco mi vida cotidiana.
Gracias, 2016, por hacer que me caiga y me tropiece mil veces con la misma piedra, porque ahora sé que me hacía falta y que era totalmente necesario para poder estar donde estoy.
Y a ti, 2017, prepárate, porque pienso darlo todo de mí, confío en que este año sea mi año y pienso luchar por mis objetivos, para hacer que así sea. Espero poder decir de aquí 365 días que no me equivocaba y estar donde quiero estar, siempre rodeada de los míos y habiendo aprendido lecciones nuevas.
Aquí te estoy esperando.
