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El SÍndrome de Rebeca

No puedo recordar las veces que he visto la película, quizá tantas como he leído el libro. Es curioso, Rebeca no aparece pero siempre está presente y la conocemos a través de su eterna presencia fantasmal en la mansión de Winter. Y sin embargo, la pobrecilla y desaliñada recién desposada...no sabemos ni su nombre. No se menciona nunca, tan sólo es Mrs. De Winter, e incluso el imponente Maxim la trata la mayor parte de las veces como a una pobre niña tonta.
Lo bueno de la amistad entre mujeres es que nos hacemos muchas confidencias; no sé si los hombres lo hacen también, pero pienso que no. Son demasiado orgullosos para eso y todo lo adornan; eso de me como una y cuento veinte, como en el parchís. Pero bueno, no he venido yo aquí a estas horas intempestivas para hablar mal de ellos, pobrecillos...si en el fondo me gustan. El caso, que me disperso mucho, es que una amiga me ha dicho una frase lapidaria: "lo peor de ser la segunda mujer en la vida de un tío (lo transcribo tal cual; es que ella es pelín ordinaria) es que siempre te está comparando con la primera y si tienes la mala suerte de irte a su casa, lo más probable es que te haga dormir en su cama y usar su vajilla.
Y a mi me ha llenado de congoja el asunto y me ha parecido muy cutre. Hombre de Dios, compre usted al menos una cama nueva a la muchacha y muestre un poco más de delicadeza. Pero ya lo peor considero que es hasta cuando la suegra se lanza a ensalzar a la primera de las nueras. Vamos...para hacerse el seppuku en directo.
Hermanas mías, lo mejor será buscarse a muchachos jóvenes, de esos que no hayan tenido experiencias, o pocas. Pero claro eso nos lleva a un problema...tendremos que arriesgarnos a terminar encarceladas por perversión de menores, tal y como está el patio.
Ave María Purísima, que mundo más cruel y traidor.
Beth05 de diciembre de 2012

12 Comentarios

  • Indigo

    jajaja! hay ciertas verdades inolcultables. Una de las desventajas con los muy jóvenes, es el mantenerlo, pronto lo exigirá como primordial para quedarce.
    Sale de la tónica de tus textos, me hizo gracia.

    06/12/12 01:12

  • Beth

    Las relaciones con los muy jóvenes tiene muchas desventajas; creo, porque la verdad es que no tengo ganas de experimentar: hay que enseñarles todo, aguantarles pataletas de juventud, cuidarles el acné, soportar los caprichos. Ay no, un cansancio. Ya tengo a mis hijos criados. Casi que estoy pensando en profesar en un convento, me trae más a cuenta y me dará menos disgustos. Y más paz. Dudo entre convento al uso o hacerme monja tibetana; aunque dicen que hay que raparse la cabeza y no sé yo con que look quedaré. El azafrán tampoco es mi color favorito. Vamos, que vivo sin vivir en mi

    06/12/12 11:12

  • Kafkizoid1

    ¡Ay Beth! cuanta razón tienes. En todo caso, con esto de la igualdad de géneros, si sales con cualquier joven, tendrías que acostumbrarte a pagar todo a medias: Las cenas, los bailes, e incluso los cubiertos, la vajilla y la cama nueva.

    06/12/12 02:12

  • Beth

    Con los jóvenes más bien pienso que nada de medias, a totales. Los pobres no tienen un duro. No, Asun, los jovenzuelos no se han hecho para mi. Prefiero casi que luchar contra fantasmas, aunque sean tan pesados como Rebeca. O...hay otra solución, además de que yo profese...ligarme a un monje. Se supone que esos no tienen pasado, ¿no? Pero, ¿arderé en el infierno? Ay, Dios mío, cuántas pruebas pones en nuestro camino...

    Besos

    06/12/12 02:12

  • Serge

    Beth:
    Amita, un dicho antiguo dice que "el que se acuesta con chicos amanece mojado" y yo me pregunto y el que se acuesta con grandes cómo amanece jejejeje...

    Ay. amita, si te metes de monja yo te acompaño al convento o al Tibet.
    No me importa si me tonsuran a mí también.

    Un gusto leerte.

    Sergei.


    06/12/12 03:12

  • Beth

    Pues no sé, gatito mío, supongo que el que se acuesta con "grandes, demasiado grandes, en el sentido de años" amanece...intacto. Pero...estoy siendo malvada. Así que casi mejor nos vamos tú y yo al Tíbet. A ti no dejaré que te tonsuren

    06/12/12 04:12

  • Kafkizoid1

    jajaja el que se acuesta con ancianos, amanece ¡intacto! está bueno, para tenerlo en consideración.

    06/12/12 04:12

  • Beth

    Bueno, digo yo, aunque igual hay ancianos que dan sorpresas. No sé, la verdad, ya dije que hoy he amanecido algo malvada. Perdón

    06/12/12 05:12

  • Creatividad

    Ay Beth, cada frase la conviertes en un increible relato a lo "perdulariana". Como me he reido otra vez!...eres unica, unica. Me imagino delante de una chimenea en invierno en le campo, contigo y varias amigas, como Asun, Sete, KC y varias mas con la boca abierta y sin parar de reir por cualquier cosa solo porque tu lo dices....y algunos mirando por la ventana curiosos de porque nos reimos. Repito, eres unica. Saludos

    07/12/12 04:12

  • Beth

    Bueno, no cabe duda de que nos reiríamos muchos, querida amiga, pero con las cosas de todas, porque la verdad es que yo...no me veo demasiado simpática. Suelo ser muy seria, lo que pasa es que mi escaso sentido del humor es...punzante, cuando menos. La última vez que me fui de compras con mis amigas, salimos llorando de la risa del restaurante y los camareros, los pobres, nos miraban como si estuviésemos locas. Ya no te cuento en los probadores, donde ahora en las tiendas de señora ponen a chicos jovencitos que te traen la ropa. Eso me parece una depravación. ¿Cómo le voy a pedir yo a un niño de 20 años que me traiga una talla más o menos de falda? Eso ya sería de una perdulariez total, de juzgado de guardia, vamos. Un beso amiga

    07/12/12 11:12

  • Beth

    Ay querida Sete, a la vida a veces hay que echarle un poco de sal y pimienta porque si no...se vuelve muy sosa o saboría, que dicen los andaluces. Y en el mes de diciembre, que para mi es nefasto, echo mano de todo lo que puedo para reír me un poco. Un beso

    07/12/12 12:12

  • Creatividad

    Jajaja. Beth..ya me imagino...un saludo de nuevo.

    08/12/12 05:12

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