Mueres en mi lecho, amor,
¿quién podrá ahora despertarme las noches, como espinas clavadas en la piel?
Y abrazarme en el frío y crudo invierno, de gélido perfume, si decías “vida, los días pasan siempre rápido si estamos tan juntos como gemelos” los días serán ahora mitad de ti y mitad de mí, que no se corresponden, y que llevo intentando unir desde que decidiste desasirte de mí.
Eras una jungla de flores silvestres y animales en extinción, y parece ser que has pertenecido sin yo saberlo al tiempo aquel; sabía que gritabas por las noches, pero creía que eran pesadillas de ti, y te calmaba con besos y palabras cálidas
Sabía que no eras de este mundo, y me encandilabas con esa fragancia tuya que no había olido nunca, eras un rayo de luz que no tenía procedencia.
No quería dejar de quererte, sabiendo que tú tampoco lo harías, pero ¿de quién es entonces el alma que ya no siento?
Te amo, a través de mis venas
de la electricidad que desprendo y desprendes
a través de las espinas que ya me has clavado
y de Cupido que yace en mi sangre
te adoro más allá de los árboles y del cielo,
Y llegando a ti, pido que vuelvas de nuevo a mí.

CatherinelauraSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos