-¿Cuánto te quiso?
-Lo suficiente.
No sonrió.
En aquel minúsculo instante no debería haber dicho nada, y permanecer callada e inexpresiva. Mas intentar fingir algo que la sometía a la degradación estaba fuera de lugar, y fuera de su naturaleza.
Ella era sumamente inteligente para humillarse de una manera tan cobarde, ante tal persona que conocía y desconocía al mismo tiempo su vida, pero tenía la necesidad de hablar realmente, sin plagiar emociones ajenas, sin alardear por lucro, siendo ella misma, algo que resultaba muy subjetivo para su conciencia.
No quiso recordar un pasado tan cercano, que se podía tocar con los dedos, que la miraba constantemente como un fuego ardiente que quemaba su cuerpo; ella no quería rememorar aquello que la había alejado del mundo indiscretamente, y no podía ser ya más de lo que había sido.
Quería levantarse de la butaca, correr y gritar para cerciorarse de que había hecho lo correcto y que no se había encandilado con sueños aparentes, pero se sentía aferrada a ese espacio y no tenía las fuerzas suficientes como para salir.
El pasado resultaba conmovedor, y ella no sabía cómo responder a él controlando una emoción que la mataba con solo pensarlo. Era extremadamente débil para salir ilesa de esa ensoñación, demasiado, sí. Porque él formaba parte de aquello, y ahora él no estaba.
Él no estaba, no estaba allí.
-¿Cuánto te quiso?
Repitió.
-Yo le quise demasiado, él, él me quiso
me quiso un poco, creo
Sí, era extremadamente débil para salir ilesa de los recuerdos, demasiado débil para no seguir con un amor casi platónico que la había demacrado interiormente como una herida eterna
¡Qué pasado tan infiel!
Me alegro de que te guste, ¡muchas gracias por leer y comentar !
;)