Es ser consciente de tu último aliento, escuchar tus propios latidos al contener la respiración paralizada por la situación, sentir esa presión en la nuca, en el pecho, como si fueras a explotar. Son los segundos en los que tomas una decisión que marcará tu vida. La incertidumbre de la cuerda floja. El instante en el que se te cae la venda al fin. El pavor a lo desconocido. El latigazo previo a la bofetada de realidad. La espera de unos resultados médicos. La muerte inesperada de alguien cercano a ti. La posibilidad de perder a esa persona. La ceguedad. Perder todos tus recuerdos. Morir sin haber aprendido a quererte. Olvidar un olor. Caer en el olvido. Llegar a mendigar amor...

CeliaargSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos