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Capítulo 1: Excursion

1. EXCURSIÓN

Esa mañana de últimos de junio, Madrid estaba igual que siempre en esa época, a pesar de ser temprano, ya hacía calor. Era el último día de clase y eso se notaba en el ajetreo de las calles, en la mayoría de los colegios, saldrían a disfrutar de una excursión al campo, pero un curso de uno en particular iba a visitar una antigua cueva. El autocar les estaba esperando en la entrada del colegio, todos los alumnos iban cargados con mochilas y en vez de ir uniformados, ese día iban con ropa normal.
El viaje iba a ser largo, los alumnos iban subiendo y se sentaban con gran alboroto, el bullicio del último día juntos antes de las vacaciones no se fue en todo el trayecto. Pasaron el tiempo hablando, riendo, contando chistes o escuchando música con los auriculares.
Adrian iba con su amigo David, los dos iban hablando del curso y el verano que venía por delante. Mientras él le hablaba, Adrian iba observando por la ventana los extensos campos que se tornaban de verde al marrón y luego al amarillo. Era risueño y decían que muy fiel, a todos aquellos que le importaban. David, paró de hablar y observando a su amigo, se miró al cristal. Su pelo era castaño claro, sus ojos muy grandes, un poco rasgados y totalmente pardos con motas verdosas:
- ¿Me estás escuchando?, ¿Qué te pasa?
- ya se ha ido otro año, ¡qué rápido pasan!- dijo Adrian
- Sí, por eso hay que disfrutar, siempre estás mirando el tiempo, deja de preocuparte por eso y disfruta, vive mirando el presente. No puedes vivir en tu mente escondiéndote de los demás, por muy mal que te hallan tratado. No intentes vivir en el pasado, pensando en el futuro, todo depende del presente – ante el repentino cambio de humor de su amigo, Adrian se sonrió, pero en el fondo no se reía, sabía que llevaba razón.
- Es el último día que estamos juntos, muchos de nosotros no nos volveremos a ver, es el último curso y no debes apagarte, intenta recordar cosas graciosas.
- ¿Cómo cuáles?- dijo algo desganado
- Pues… Recuerdo cuando el año pasado, casi incendias la mesa del merendero – David se echó a reír
- Yo no tuve la culpa, alguien me empujó cuando estaba sentándome y caí con los papeles, encima del cigarro que acababa de tirar uno del otro curso. No soy culpable de los vicios de cada uno. – el castaño le miró con los ojos bien abiertos, para luego empezar los dos a reírse.

El autocar se paró, habían llegado al destino, tenía el aspecto de una pequeña explanada en mitad del campo. Los profesores se levantaron y salieron, los alumnos, fueron formando un grupo delante de cada tutor, dividiéndose en grupos, para hacer distintos caminos.
La senda era salvaje, los árboles altos y de varias clases. La mayoría estaban con líquenes y había bastantes zarzas a los laterales del camino. A la mitad del sendero y cuando ya llevaban una hora, pararon a descansar. El guía iba hablando con Elena, la profesora. Los dos estaban interesados en la naturaleza. El pelo rubio de Elena contrastaba en la penumbra, que tenían la sombra de los árboles. Sus ojos eran azules y era muy simpática. Al rato, prosiguieron subiendo una gran cuesta, se trataba del camino, que ascendía hacia la cima de la montaña. Adrian iba hablando con David. Todos estaban cansados de andar, pero según les decía el guía, mientras iba explicando las especies de fauna y flora, el ascenso merecía la pena.
A la hora de comer, llegaron a la cima. No había muchos árboles, pero varios de ellos destacaban, estaban en el centro, entre ellos había dos grandes piedras, en las que había una escalera que descendía.
Los demás grupos, estaban bajando, Pedro, el guía moreno, entró primero y Elena se esperó fuera, para que todos entraran en la cueva.
Esperaban un lugar oscuro y que apenas se viera, pero, había sitios con luces artificiales. En los lugares más húmedos había estalactitas. De un lateral, salía un pequeño arroyo de manantial, que daba frescor a la cueva. Las escaleras eran de piedra y a los lados tenían sogas blancas.
Continuaron bajando y cuando terminaron la escalera, había paseos hechos. Todos los alumnos iban en fila, miraban las columnas y las formas que hacía el agua, al filtrarse por la roca caliza. Llegaron a un lugar de la cueva que tenía el techo mucho más alto, el camino se acababa y dejaba paso a una zona de piedra y tierra.
Todos los alumnos se pusieron en semicírculo, en el centro estaba Pedro y los demás guías, que comenzaron a hablar:
- Hola a todos, para los que no me conocéis, soy Pedro – el guía sonrió. – os encontráis en la parte más antigua de la cueva, la descubrieron los castellanos en la reconquista, creían que se trataba de un refugio romano de cuando invadieron España. Un pueblo cercano, tiene una historia acerca de este lugar….
- ¿¿es cierta?? – dijo un compañero de Adrian, Elena le regañó y riéndose todos los demás alumnos, otra guía prosiguió:
- Eso lo deberéis juzgar vosotros. Ésta en concreto, narra la aventura de una persona que llegó al pueblo – la guía, era rolliza y contaba la historia alargando las palabras, para dar misterio- ayudaba a la gente, la familia que le acogió le quería mucho, ayudaba en el trabajo, todos los días salía a pasear y una tarde, subió a la cima de la montaña. Cuando se sentó en las rocas para ver el atardecer, se le cayó un objeto que siempre llevaba consigo, cuando lo fue a coger, dicen que apareció directamente, aquí, donde nosotros nos encontramos ahora. Con ayuda del objeto consiguió dibujar estas figuras – Pedro sacó de su mochila una linterna y alumbrando a la pared les mostró las pintadas. Se distinguían bien las figuras, estaba todo bien colocado. Había personitas dibujadas, extraños dibujos. No se podían apreciar muy bien algunas imágenes.

En un lateral había un dibujo muy tenue y distorsionado de gran círculo con una cruz dentro. Pedro, ante tal asombro por parte de los alumnos, continuó la historia – Cuando terminó de dibujarlo, cogió el objeto y lo puso en un hueco, con el calor que desprendió a la piedra, se hizo más profundo, nadie más le volvió a ver, dicen que el objeto circular activó una ruta subterránea y escapó por ahí hacia otro lugar, o que tal vez el objeto le trasportó a otro sitio diferente – Todos los que escuchaban al guía, suspiraron, muchos esperaban una guerra sangrienta, otros querían saber si de verdad había ocurrido o simplemente era un montaje de la ciencia moderna. Elena, levantó la mano y la dejaron preguntar:
- ¿ Es la única cueva de este estilo?, quiero decir ¿hay cuevas que tengan los mismos símbolos?- Pedro la sonrió y dándole un tono de misterio dijo:
- Hay varias más. Algunas están situadas en Estados Unidos, Inglaterra o Francia. – La guía rolliza se apresuró a decir:
- También se tiene constancia de otras parecidas en Grecia, Egipto, China y los países nórdicos. Dado a la gran extensión, habrá otras que estén por descubrir – Elena les agradeció las respuestas
- Podéis venir a ver el hueco del objeto esférico, uno por uno y sin tocarlo – dijo Pedro. Algunos se pusieron en fila para verlo, sin embargo otros estaban deseando salir para comer.
La gente de la fila estaba algo ensimismada con la historia y la cantidad de cuevas similares. Le tocó ver el hueco a Adrian, en la pared había un pequeño agujero con forma circular totalmente pulido, consecuencia de que el objeto fuese redondo. El hueco estaba algo quemado, pero Adrian no se fijó en eso, sino en una pequeña marca casi imperceptible, pero que a él le resultaba un poco más oscura que el fondo, extrañamente, eran letras comunes, pero con la poca luz que había, lo más seguro que no hubiese nada más que unas insignificantes manchas.

Salieron de la gruta por las mismas escaleras que habían entrado, los alumnos se pusieron a comer a la sombra de los árboles, eran muy altos .
Pasaron la tarde jugando al fútbol, a las cartas, algunos saltando a la comba. Adrian estaba hablando con David, acerca de la historia, tenían la misma opinión pero la enfocaban de manera diferente:
- ¿Cómo es posible que haya tantas cuevas y no lo hayamos sabido antes? – dijo David, algo crispado por querer llevar la razón
- Es probable que sean verdaderas, pero pueden estar manipuladas, los arqueólogos o lingüistas, hubieran intentado deducir que dicen en todas las cuevas
- Los gobiernos se preocupan por el futuro, sin saber que sin el pasado no habría presente. Y con lógica, sin presente no hay futuro.
- Llevas razón – terminó diciendo Adrian- pero reconoce que es raro que no lo hayan investigado.
- Si, es muy inquietante todo esto. – Para cambiar de tema, David preguntó a su amigo
- ¿Qué vas a hacer estas vacaciones?
- Me quedaré en casa, mis padres no se que van a hacer, estaré ahí aburrido
- ¡Habérmelo dicho antes! te podías haber venido conmigo
- ¿A si?- dijo Adrian dubitativo
- Pues claro, lo único que mi madre ya ha reservado el vuelo. Me voy con mi prima a conocer Londres y Paris, tiene acceso a los museos y galerías especiales.
- ¡Qué pena! Ya será otro año, tengo ganas de conocer Europa, nunca he salido de España
- Puede que si hablo con mi prima aún te puedas venir, aunque no lo se
- Si lo quieres intentar, lo pasaríamos bien.
La tarde se empezaba a poner bochornosa, hacía bastante calor, los dos se fueron a ver como sus compañeros jugaban al fútbol, tras ver ganar al equipo por el que había apostado Adrian, se fueron a hablar con Sara, que ya estaba cansada de estar saltando a la comba. El resto del tiempo se les pasó volando.
Los guías y profesores se levantaron, mandaron recoger a los alumnos todo lo que hubieran ensuciado y al finalizar, comenzaron el descenso. Esta vez por una senda más fácil y en la mitad de tiempo de lo que habían subido. Bajaron hasta la explanada, donde el autocar les estaba esperando.
Se montaron en los mismos lugares y Elena, comenzó a contarles. Habiendo comprobado todos los profesores, que no faltaba nadie, el autocar arrancó.
Al llegar, irían al colegio a por las notas y después empezarían las vacaciones de verano.
En las conversaciones y en las mentes de todos estaban los planes de unas largas vacaciones, con muchas ideas, proyectos, pero siempre se pasaba el tiempo volando, sin uno enterarse y sin haber hecho las cosas que tenías planeadas.

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N/A:Muchas Gracias a Abyssos y a Mejorana por los capítulos del Prólogo del libro; este capitulo lo he tenido que escribir para describir al protagonista (Eidrian o Ádrian), aunque el hilo de la trama comienza realmente en el siguiente, espero que os haya gustado y espero que alguien me deje algún comentario.

¡¡¡Gracias a todos por haberlo abierto!!!





Davatar02 de julio de 2008

2 Comentarios

  • Harmunah

    Hola, Davatar. Bien, de este cap?tulo puedo decir que es muy misterioso lo de la cueva. Dices que lo has hecho para describir a ?drian, sin embargo para hacer una descripci?n no hace falta algo tan extenso. Aunque siempre hay que hacer una peque?a introduccion de la vida del protagonista antes de arrancar con la historia.

    Realmente me parece que va a ser una novela de lo m?s cl?sica, no s? si me explico. Me guardo m?s conclusiones para los pr?ximos cap?tulos. Seguir? leyendo.

    Un saludo.

    05/12/08 04:12

  • Keitaro

    Interesante
    Tu forma narrativa es mucha mas convincente que la mia. Espero que progreses estupendamente con el proyecto literario y que te lluevan muchas visitas ^^;

    Si quieres comparame con mi historia, para sacar tus propias conclusiones.
    Un saludo. Nos leemos.

    30/01/09 01:01

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