El Sendero Del Unicornio
Caminaba con mis sueños a cuesta por aquel sendero que parecía haber salido de mis pensamientos, el sonido de mis huellas, la vista sobre el horizonte allá lejos, como si de pronto pudiera alcanzarlo.
Un extraño poder parecía por momentos guiarme, mis pasos continuaban por aquel sendero, en un momento me detuve, se abrió una puerta en el espacio, el aire parecía ondularse, era como si todo se deformara, di un paso más, y pase el umbral, el sendero seguía, pero había frente a mí un unicornio blanco, de cuerpo muy sereno, con su cabeza inclinada invitándome a subir, ni apenas lo hago, el unicornio desplegó unas alas muy grandes y lentamente me llevo con él.
De pronto el unicornio me hablo. Mira el mundo desde aquí, y dime que es lo tú ves. -
Yo veo personas, casas edificios, arboles campos, etc. le dije asombrado.
--Lo que tú estás viendo son personas caminando, pero dormidas, siempre haciendo el mismo camino que hicieron durante miles años, las ves caminando hacia sus sueños, tratando de alcanzarlos o cerca de los sueños de otros. Esas casas que tú ves, edificios, autos, empresas, aviones etc., son los sueños de los humanos. Ahora puedes ver los campos, los bosques, el mar, los peces, los animales y todo lo demas, no existe sueño humano que pueda igualar estas creaciones, por más que intenten soñarlo.
Yo supuse que también estaba soñado, pero igual me anime a preguntar dime tu unicornio, ¿y qué hago yo volando contigo, si ni siquiera existes?
--Es muy simple, cuando los humanos se despiertan y dejan de perseguir sueños terrenales, su vista se alza hacia el cielo, y en algún momento de su vida, comienzan a recorrer el sendero del ser, comienzan a vivir en otros tiempos, otros sentimientos nacen, el amor los inunda, y todo se mezcla con la vida, ahí todo es posible, hasta tal punto, que podrás llegar ingresar por un sendero, donde las puertas del tiempo se abrirán para ti, donde también podrás encontrarte con un unicornio de alas blancas como yo, quien te llevara de viaje por tus sentimientos y el mundo caerá maravillado a tus pies.
