Magia
Pareciera que solo los magos tienen acceso a ella y que aún así no es ninguna certeza. Pareciera que solo existe en las películas creadas por personas un poco idas. Pareciera que solo se puede experimentar con sustancias alucinógenas. Pareciera que para sentirla tienes que recorrer todo el planeta tierra.
Y aquí estoy, sintiéndola. Un par de días. Un encuentro inesperado, una charla que temía ser tenida, miradas sinceras, palabras honestas, ego desnudo y un ¿me apunto? Para mí magia es lo imprevisible, lo inesperado, también lo soñado y lo cumplido, algunos lo llaman milagro. ¿Cómo ha sucedido? Me pregunto. ¿Cómo he llegado hasta aquí y cómo me has seguido? ¿Cómo es esto posible?
La magia tiende a ser considerada como un momento de brillo y luz donde todo es perfecto, pero los milagros también descolocan, también cambian el rumbo y eso a veces asusta. Quién eres tu y quién soy yo, dos preguntas y una sola respuesta. Me pregunto cómo te has colado en mis sueños y en el encuentro, me pregunto qué magia ha movido todo esto, ¿acaso lo que ha sucedido es real?
Miro atrás y ya no me veo, ya no estoy ahí en ese tiempo, miro hacia delante y ya no me creo, porque nunca estaré como pienso. Realmente acojona, que la vuelta a la tortilla sea de un día para otro asusta, no voy a ir de dura, que se me desmonte el tinglado cada dos por tres a mi ego no le gusta. Y ahí queda mi alma, vacía, sostenida, aunque desde abajo solo se vean nubes grises, ella descansa, vuela y es libre. Ya no creo en el tiempo, ya no es teoría, ya es vida.
