Ven, siéntate aquí a mi lado. He reservado las mejores vistas desde mi clavícula, cerca del cuello. Ocupa tu lugar entre los mechones rebeldes de mi pelo y envuélvete, escóndete en el olor de mi colonia frutada. Déjate llevar por el baile de mis latidos y no pienses en nada más que no sea tu cuerpo, que no sea el mío. Olvídate un poco de lo que tu cabeza te aconseja y toma el mando de tu vida. Los deseos están ahí, al servicio del ser humano. No lo tomes como un pecado, dale carpetazo al pasado que no tiene que repetirse. Salta al vacío. Déjate salvar. Tengo mil noches de luna guardadas en mi ombligo para ti y mil poros suaves que esperan tu llegada. He reservado una habitación llena de besos frescos con sabor a menta y una botella de risas, lista para abrir. Ven, acuéstate un rato. Apoya tus tormentos en mis hombros infantiles y deja que tus miedos se difuminen al contacto con mi voz de niña. Mi nariz lleva ensayando durante meses esos besos de esquimal que erizan el alma y mi pulso ha preparado una nueva melodía para ti. Acércate un poco a mi ternura, déjame que te devuelva un poco de lo que me das. Puede ser un simple juego que nos divierta un rato, que amortice el aburrimiento de unas vidas complicadas como las nuestras, o puede llevarnos mucho más allá. Ven, firma el contrato. No acordemos ninguna fecha de caducidad. Quédate el tiempo que te apetezca y yo me quedaré tanto como me lo permitas. Ven, que te enseñaré el amanecer de mis hombros desnudos, el anochecer de mis pupilas dilatadas, llenas de éxtasis. Acompáñame al rincón más cálido que lleva tu nombre entre mi rodilla y la cintura, que te mostraré todo aquello que se esconde tras mi sonrisa después de la tormenta veraniega. Déjame ser el invierno de tus ojos, la primavera de tus pies. Toma asiento entre mis piernas desnudas y colúmpiate en nuestro vaivén. Confía en mis manos, prometo no dejarte caer. Seremos dos extraños que se atraen y aprovechan aquello que la vida les ofrece, sin pensar en nada que no seamos nosotros, siguiendo la marca que nos guía el impulso, dándole vacaciones a la razón. Si esto nos hace felices, ¿qué más da lo que pueda ocurrir? Una caída más, una caída menos. Es peor no haberlo disfrutado, quedarse con las ganas, fingir que no sentimos nada. Ven, siéntate aquí a mi lado. He reservado mi mejor perfume para tu nariz.

De mi blog: http://cartasdeungatonegro.blogspot.com.es/

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

2 Comentarios

• 

  Mateo

  Que texto más hermoso y bello, que digo!! que sentimientos más bellos y reales, sentimientos y palabras de un corazón que vive y brilla en libertad, de un ser que no teme sentir y vivir, como siempre es un gusto y un lujo leer tus letras....feliz vida siempre, feliz 2015!! lleno de ilusion, vida, valor y fuerza....

  29/12/14 12:12

• 

  Foryou1396

  Muchas gracias, Mateo! Felices fiestas y un genial y mejor 2015 por delante para ti!
  
  Gracias por leer!
  
  Un beso!
  
  S.

  29/12/14 11:12