Maravilloso y Perfecto a Mis
Ojos
Me preguntan el por qué te quiero. Entonces miro tus largas pestañas bicolor, tus ojos grandes y castaños, tu pelo desordenado de cada mañana. Recuerdo tus ideales innatos, tu manera de morderte las uñas, tu andar despreocupado. Te veo apoyado en la pared, con los cascos puestos y los ojos cerrados, con las manos en los bolsillos. Te veo aburrirte en clase mientras duermes abrazando tu mochila roja. O cuando estás atento a la lección y comentas y participas activamente, con palabras acertadas y en contra del mundo entero, siguiendo tus pensamientos a toda costa. Entonces soy yo la que pregunto. Me pregunto a mí misma si notarás cómo me tiembla el cuerpo al verte o cómo tartamudeo al hablar contigo. Si notarás los nervios en mi risa o lo colorada que me pongo cuando apareces sin avisar. Me pregunto qué sentirás cuando nuestras miradas se cruzan a lo largo de la jornada o cuando escuchas mi voz gritando en el corredor. Si adviertes el brillo en mis ojos cuando me dedicas alguna que otra frase o me cuentas algo de ti. ¿Notas lo mucho que me importa ir conociéndote? Me pregunto si te pasará lo mismo, si te sentirás tan vulnerable al latido de tu corazón... Entonces, es justamente ahí cuando respondo que no sé qué demonios es lo que hizo que me enamorara de ti, pero, que fuera lo que fuera, te hace ser maravilloso y perfecto a mis ojos.
