Feroces vientos arremolinados
arrebatan de mis manos
la reseca hoja del álamo

azorado, corro, me tropiezo
me esfuerzo en vano;
ella obcecada, ingrata, rehuye a mi tacto

escapa, se esfuma, desvanece
cual santo inocente
en la capa del burgués

no solo da en fuga la hoja;
ante mí, un impúdico desierto
me ofrenda la nada.

Apesadumbrado, acaso con temor
sin otra posibilidad latente
libro-me a la incomoda tarea de andar

¡mala fortuna!, la veleta ha huido a carcajadas
una vez más la brújula
me ha sido negada.

Audaces designios guiaran la marcha
mis pies por convicción o tozudez
no se atreverán jamás a borrar la huella labrada

tal vez allí, se encuentre el abismo;
no obstante mis ojos solo logran divisar
el inefable horizonte

queda intentarlo, vencedor o vencido,
la dicha, en esta oportunidad, no me ha concedido
por antojo o piedad el don de los muertos.

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6 Comentarios

• 

  Neogrekosay2012

  Hay en tu texto algo más que palabras ordenadas. Leo y estás buscando una forma de expresión, un adecuar lo que deseas decir. Creo que lo puedes lograr con facilidad. Cree en ti y el texto se configurará solo. Un saludo.

  21/08/13 07:08

• 

  Javieroscar

  Gracias por la lectura, y el consejo.
  
  

  22/08/13 01:08

• 

  Buitrago

  ...Audaces designios guiaran la marcha
  mis pies por convicción o tozudez
  no se atreverán jamás a borrar la huella labrada...
  
  Permíteme destacarte esta estrofa, me ha gustado mucho.
  
  Antonio

  23/08/13 03:08

• 

  Javieroscar

  ¡Gracias Antonio!
  
  Abrazo.

  23/08/13 04:08

• 

  Villarey

  No se decirte, Me gusta.

  09/09/13 01:09

• 

  Javieroscar

  Me alegro que te haya gustado.
  
  Javier.

  27/12/13 06:12