Paso de Los Algarrobos
Desde hace años no pasa nada que no se sepa en aquel pueblito minùsculo donde las estrellas plasmadas en el firmamento casi pueden tomarse con ambas manos. Conocido bien por su abundancia en tierra, piedra, colores cafè y sepia, donde solo dejan rastros de vida las pocas cruces caseras y rùsticas de las tumbas hechas con ramitas del ombù.
Abatido por el olvido "Paso de Los Algarrobos" queda excento de todas las cosas que le pasan al Universo.
Las ocho familias que lo habitan suelen llamarle simplemente "Algarrobos" y este, nuestro pueblo, està situado en la Pampa Argentina comunicado con el resto de la humanidad por una precaria ruta que a duras penas alcanza a recorrer varios kilometros para encontrar un merecido descanso sobre una anticuada pulperìa llamada "La Pascuala", he aqui donde aquellas ocho familias que son solo un recuerdo de la luna y de los hombres que vivieron en torno a la riqueza del caliche, reciben noticias de un mundo que no es el suyo.
Ligûel, un habitante algo peculiar, no tan anciano por su edad si no por su estado de conservacion ,es el encargado de recordar todos los dias de su vida la fecha sobre la que transcurren aquellas ocho familias.
Años atras en una ventosa tarde de Abril, Ligûel se aventurò en las quebradas del norte siguiendo sigilosamente los pasos del Empapado.
"El empapado", o mas precisamente Julio, fue uno de los ocho hijos que pariò doña Cecilia Aimar y Cruz, aquel octavo hijo fue querido por todo el pueblo y a su vez odiado por su sèptimo hermano quien alegaba que Julio le habia quitado su condiciòn de lobizòn al nacer. En resumidas palabras la historia de Julio "El Empapado" cuenta que abordò alguna vez el Tren Longitudinal Norte en la Calera, esperando encontrar mejor suerte por otros rumbos. Jamàs llegò a destino y hay quienes dicen que saltò de aquel tren despertando luego y a forma de suicidio se internò en las quebradas, donde vaga entre la nada bajo la hermosa luna pampeana de aquellas noches de abril. Su rastro habìase perdido durante 48 años hasta que Ligûel se encontrò aquel dia siguièndolo.
El vigoroso frìo seco en las quebradas. La sombra de un muerto que aùn no se ganò su muerte y el acelerado paso de Ligûel detràs, con el sonido que aquellas, sus botas negras de cuero desteñido producìan sobre el hostil suelo de pedregullo pampeano, llamaron la atenciòn de la luna, por un instante, su bien conocido brillo titubeò . Abandonando su condiciòn de errante "El empapado" se detuvo en seco, removiò con su lengua el abrumante gusto que deja en los labios y en el ambiente la cercania de las minas de salitre, mirò hacia arriba y sin querer serlo, la luna fue su còmplice advirtièndole sobre la presencia de su seguidor.
-Ocho años llevarà tu regreso y ocho dìas durarà tu muerte- le dijo "El empapado" a Liguel vièndolo fijamente a los ojos, aquella ridicula maldiciòn, o predicciòn si se quiere ,se cumpliò y Liguel, perdido entre las quebradas, tardò ocho años en volver y es por esto que al calendario de Los Algarrobos le faltan ocho años.
Hace ocho dìas muriò Ligûel. Aunque hoy volviò a estar entre nosotros.
Vuelve a ser Abril en Los Algarrobos, vuelve a hacer frio y aquella belleza de luna vuelve a iluminar el desèrtico paisaje pampeano. Bajo una tala resquebrajada y sutil que adorna el solemne pueblo, Mauricio y Josè interpretan su popurri de canciones con melodiosas voces y sollozos de una antigua guitarra triste, mientras que Claudio y su padre Daniel mantienen vivo el fogòn de abril, ellos cantan:
..."Noche de luna llena,noche de abril,fuego de un hechicero plata y marfil
Luz que llenó de flores las sombras de mi vivir ansias que está en tu aroma
noche de Abril. Dame de tus estrellas la que perdí"...
Todo el pueblo està reunido ante el fogòn y esta canciòn los hace sentirse entrelazados en fuego y sombra con aquellos amores que sufrieron, aunque ninguno sufre como Avelina, una armoniosa muchacha hija del viento, de la luna y de las tierras color cafè, quiza la màs bella en la vasta regiòn pampeana, que el mundo jamàs conocerà; Pero no es raro para ella sentirse asi y es que todos los romances en Los Algarrobos estuvieron,estàn y estaràn condenados a suceder durante los primeros dìas de abril. La luna y su arcaico brillo que baña en plata y marfil le pertenecen exclusivamente a Los Algarrobos desde el primer al octavo dia de Abril y los amores que aquì nacen no tienen la dicha de lograr años como en otros lados, si no que duran lo que la muerte de Ligûel durò, ocho dìas, y esto estarà ligado a quien sabe que efectos mìsticos del brillo de aquella maravillosa luna de cielo y pampa.
Mas hoy que soy luna y brillo ya no puedo esperar volver a ser Abril para ver Los Algarrobos de nuevo una vez màs.
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Puter63
Increíble! Magistral! una cosa impresionante. Tu cuento es, Juan, por sí mismo, la perfecta demostración de belleza! Te felicito... me ha encantado.
Hermoso, repito.
30/05/10 01:05
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Grekosay
Existen espacios para vivir la profundidad de la existencia. Tu cuento es una maravilloso despertad a la realidad que no se racionaliza, se vive. Saludos.
30/05/10 09:05
