Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar.
Proverbio japonés
1.
El rugido del motor de los helicópteros es un atroz y desproporcionado sinsentido, algo fuera de
lugar sobre la inmensidad de...
La única tristeza sin consuelo en la vida es la tristeza que se ha merecido.
JACINTO BENAVENTE
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Venía del aeropuerto, había tomado un taxi y la casa parecía tan sola a oscuras en el frío de la
m...
¿Qué me mueve a seguirte? Dame esa respuesta, yo no la sé con precisión. Hay cosas de las cuales no
sé nada. Carece de sentido que te siga amando tanto si tú no me demuestras siquiera una fracción
del...
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¿En qué piensas, muchacho?
La voz amable de mi tío Guillermo me saca de mis cavilaciones mientras camino a su lado por la
avenida. Es más de mediodía y no hemos almorzado, así que no ando muy...
Estaba solo. Era yo solo contra eso. Durante unos instantes dudé en entrar a aquella galería,
túnel, caverna, lo que fuese ese espacio perturbador que era sinuoso, así que detrás de cada recodo
podrí...
"Un buen caballo corre con sólo ver la sombra del látigo". BUDA
Aquella tarde, por enésima vez en la semana, Pacho bajó apresurado la cuesta por la senda tortuosa
cubierta de pedruscos que dific...
Salí del polvoriento jeep Cherokee y de inmediato una corriente de aire caliente me azotó el rostro.
La llanura era una secuencia de amplios pastizales donde pacían grupos dispersos de vacas y se
exte...
comprendí el insuperable abismo existente entre la vida y la leyenda: aquellos que pueden, lo
hacen; aquellos que no pueden
y sufren lo suficiente por ello, lo escriben.
WILLIAM FAULKNER. Los i...
Mirando cabizbajo el piso de baldosas rojas y verdes, desgastadas luego de décadas de soportar los
pasos de los huéspedes, Vásquez caminó por el estrecho pasillo, aguzando el oído, deteniéndose por
br...
A MEDIDA QUE ASCENDEMOS la cuesta se torna más empinada y ardua. La ladera es inclinada, pero eso se
hace más evidente a mayor altura en la serranía. Más allá de los árboles altos y antiguos que
puebl...
Cuando el doctor Franco lo llamó a su consultorio, a Ávila lo invadió una mezcla de sentimientos.
Experimentó el lógico temor ancestral del instinto de supervivencia, la elusión del peligro, un
presen...
El animal se desplazó algo lejos del alcance de mi arma. No lo intuí así, no lo tenía previsto, lo
entreveía en los arbustos, al fondo de la cañada; yo venía descubriendo su rastro, que era
escurridiz...