Sangre en los adoquines de la calle de tu traición
Gritos ahogados en desolación
Lágrimas desesperadas en el andén de esa estación
Donde me quedé rota en aquel rincón.
Débil como una flor de papel
Solo quería volver a rozar tus labios de miel
Sentir tus manos por toda mi piel
Nunca dejé de serte fiel.
Tengo corazón de perdedora.
Dispuesto a recibir otra puñalada a deshora,
Pero no deja de latir, constante aun que su sangre aflora.
Aún tengo la esperanza de verte ahora.
Noto cuchillas en mi corazón,
El rechazo de la soledad en mi habitación.
Pero no voy a entrar en razón,
24/7 pidiendo ayuda en cada canción.
Me siento como una niña frente un anti disturbio.
Sola en medio del azul invierno,
Cobijada bajo un techo que gotea
Sangre de traición, y lagrimas de agotamiento.
Condenada a no sentirte más
Condenada al frío que acompaña la falta de tus caricias.
Cavar mi propia tumba es lo que me queda.
Mi inspiración es tu sonrisa y mi desgracia.
Como aquel te quiero, tan bella falacia.
Y el torturarme no es más que una forma de sentir algo.
Aun que sea tristeza, y algo amargo.
Como me duele no poder sentirte.
"Con el alma casi rota por este constante crimen, fusionado con tu cuerpo como lágrimas con rimmel."
Contigo me comía el mundo.
Como Ícaro acercándose al sol.
Y así, perdió su rumbo.
