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El Embrujo de la Alhambra.

Encaramado esta tarde, a lo más alto del caqui,
me dispongo como negro mirlo a contemplar,
lo que como humano, he llorado durante siglos.


Nobles montes, llenos de atrevida vegetación,
que arrullan la visión más bella y placentera,
el palacio donde tantos años me sentí feliz.


Siempre permaneció Granada en mis entrañas,
he sido poseído por tristezas inconfesables,
por la hermosura arrebatadora de lo perdido.


En las noches de Luna llena y de fantasmas,
mi alma se mece lenta, al ritmo de lo antiguo,
al son de una danza invisible que la envuelve.


El sonido de las aguas limpias, de sus fuentes,
hacen manar en mí, recuerdos memorables,
tal vez sean de mil y una noches de leyendas.


El hechizo de unos encantadores ojos morunos,
tras una celosía de madreselva que los ocultaba,
del poder y ansia de mis más recónditos deseos.


Un patio de leones, servía de abrigo a ruiseñores,
mientras el murmullo de la suave brisa vespertina,
difundía el dulce trino de melodías de jilgueros


Aroma de blancos jazmines invadiendo mis entrañas,
mientras la vida pasa serenamente en la Alhambra,
el fluir efímero del tiempo, se convierte en mágico.


Siento mi cuerpo renacer a los tiempos de esplendor,
cuando mi espíritu todavía era puro y verdadero,
meciéndose feliz al arrullo de las noches andaluzas.


Las mariposas aleteaban en los cuidados jardines,
mientras los magnolios abrían sus flores a la mañana,
al tiempo que los seres vivos suspiraban al ver la luz.


La brisa del viento venía con el nuevo día a saludarme,
haciéndome creer el califa de tu precioso corazón,
sentía que compartíamos los mismos espacios de ternura.


El brote del querer, floreció en Granada tiempo atrás,
entre un hombre árabe y una sensibilidad cristiana,
que se convirtió en un espacio abierto a las culturas.


Conformada en palacios y jardines plenos de iridiscencias,
que tras sus murallas contemplaban un alumbramiento,
el pálpito del corazón de un hombre al contemplar un paisaje.


Una visión convertida en adoración a la vida, a sus fragancias,
a su espiritualidad, a la claridad de sus espacios y contornos,
a la serena magnitud de sus colores y en veraz apasionamiento.


Es por eso que en el día otoñal de hoy, como ave cantarina,
vengo modestamente, a habitar dentro de tu primoroso espacio,
y si no puede ser, a morir aprisionado de amor entre tus flores...
Voltereta24 de mayo de 2018

7 Recomendaciones

5 Comentarios

  • Clopezn

    Ni el mismísimo Boabdil podría habernos descrito con mayor precisión y belleza la hermosura de su otrora morada ahora anhelada, experimentando y sintiendo cada uno de los elementos, oyendo la brisa y el agua, oliendo los magnolios y jazmines....Un saludo cordial.

    24/05/18 11:05

  • Libelula

    Sabes dos veces visite la Alhambra es un lugar mágico por sus palacios jardines me impresionó.
    Puedo decir que es el lugar más hermoso que visto .
    Además algo me une a ella Muhámmad ibn Yúsuf ibn Nasr el pelirrojo , nacimos en la misma cuna.
    Excelente poema Voltereta me llevo por tercera vez a ella

    25/05/18 06:05

  • Diegozami

    Luego de leer tu poema, me quede a dormir en cualquier rincón de la Alhambra...brillante.

    Saludos siempre.

    25/05/18 04:05

  • Remi

    Leer tu poesía es como estar entre toda esa belleza, embrujada en ella, vibrantes las sensaciones de tus letras.
    Un abrazo Voltereta.

    25/05/18 06:05

  • Luia

    Mantengo un dulce romance con Granada, no por conocerla, sino por lecturas e imágenes que la describen con la misma fuerza inspiradora de éste, tu poema.
    Recomendadísimo.

    Saludo afectuoso

    09/06/18 03:06

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