TusTextos

Par E Impar

En un ataque de honestidad diré, que no he sido honesto conmigo mismo. He tratado de esculpir tus labios en otros besos, he errado al buscar copos de nieve en tormentas de arena, soy culpable de intentar rayar mis memorias de diamante con botellas de cristal. La conciencia es mala compañera, arrepentirse es motivo de hacerlo, no hallé razón para intentarlo una vez más, pero tampoco argumentos sólidos para no hacerlo. La vida es una teoría que me dio mil ejemplos, pero sólo una manera de practicarla. Y si bien el tiempo ha pasado a ser etéreo, el reloj no ha dejado de recordarme el tiempo que llevo solo, y con solo me refiero a soledad, no sin compañía. Percibo que el amor es tan ambiguo como la vida y tan irrepetible como la muerte, no entiende de sinónimos, ni de intentos frustrados, el amor es o no es. Y esta dualidad es extrapolable a las personas que lo padecen, yo fui, tú no. Es como el cuento eterno que escucho antes de irme a dormir, no sé por qué sigo empeñado en que fuera un final feliz, cuando ni siquiera hubo principio, fue un espejismo y en la balanza pesaban más las intenciones que la realidad, fue un pellizco pícaro del destino. Y entre el antes y el después me perdí a mí mismo, el rumbo de aquella historia lo llevabas tú al timón de mis latidos. Soy consciente de que ya no duele, pero al pasar la mano sobre mi pecho, aún lo noto áspero, y mis venas aún andan de resaca. Y si me molesta la lluvia no es por mojarme, es porque no veo el sol. Si no sonrío es porque no me apetece, si miro con desprecio el 14 de febrero y las rosas me hacen cosquillas es porque no tengo ganas de amar, y la aguja de tu tacón no me las inyecta.
Adrielegance09 de febrero de 2013

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