No Vas a Encontrarme
Mi madre siempre dice que soy una caja de sorpresas y es la mayor verdad que jamás pueden decir de mí. No voy a avisarte cuando me vaya ni tampoco cuando venga. No podrás encontrarme donde está toda la gente, a mí si quieres verme tienes que venir a buscarme. Y me da rabia la gente cobarde, la que espera a que yo vaya, y yo voy porque me da la gana, porque soy libre de mí misma, de mi orgullo, porque no voy a dejar que el resto domine mi mundo.
Cuántas veces quisiste y no viniste, cuántas veces me has mirado y no has sabido quién era, pues piensa que seguirá pasando, porque seguiré cambiando. Solo una persona me merece, aquella que a pesar de conocer todas mis sombras se queda, sin juzgar, sin pedir, sin rechistar. Solo esa persona no me busca, porque voy siempre con ella, allá donde vaya, pase lo que pase.
Y por más que hablemos de valentía, la verdad es que esa palabra se queda grande a muchos seres humanos. Mucho hablar de seguir el corazón pero al segundo latido muchos desconectan la máquina. A mí no me encontrarás en el mogollón, y si me encuentras ahí no me conocerás, si quieres estar en mi vida de verdad entonces tendrás que buscarme para estar conmigo, pero estar real. No me gusta la fachada, que me llamen para ir a la pista de juego, donde el que llama sabe dónde juega. Las personas que hacen eso juegan con ventaja, porque juegan en casa. Y si tu quieres jugar al menos, cumple las reglas, cambia de campo, para equilibrar el partido, cruza la línea y demuestra que eres de las personas que apuestan. Porque si no apuestas conmigo ya has perdido, y no digo que apuestes dinero, apuesta corazón y libertad, y ahí me encontrarás.
