Frío, dolor de huesos y cierta sensación de irrealidad. Luego el dolor en la garganta y en las
costillas por el esfuerzo de las arcadas y una molesta capa gelatinosa al final de la lengua que
había in...
Estábamos en la bodega cuando él apareció. Yo lo vi antes que lo hiciera Julia. Cuando sonó la
campanilla anunciando su entrada, Simón se irguió lentamente en el mostrador y se le quedó mirando
muy se...
Es bueno frotarse los pies y hacer que la sangre circule. Están fríos. No son capaces de retener el
calor. Y la noche se viene larga. Tengo tanto frío como falta me hace el sueño. Abel ha encendido
la...
Regresó larga y esbelta. Como las otras. Una flaca común y silvestre que no tenía por donde ser
asaltada.
¿Dónde estaba aquella curva doble al final del espinazo donde podía enterrar sus dedos y apre...
La mujer observa llegar al vehículo sin moverse de su asiento en la entrada de su casa. Un bastón
descansa a su lado al alcance de la mano, sobre los almohadones blancos. Espera apenas a que el
joven ...
Cuando era niña, la tía Sara la llevaba a la feria. La arrastraba entre la multitud en el bandejón
central de la Avenida Argentina, atada al asa de su bolso de rafia. Ella nunca vio caras, sólo
tors...
Gritaba en la calle, llorando, de pie, a mitad del paso de peatones. La gente se volteaba a mirarla
pero nadie se le acercaba, nadie le preguntaba. Yo tampoco. Sin embargo, en algún momento, mientras
...
No era su nieta.
La suya se la arrebató el marido de su hija después que ésta la dio a luz y murió dejándola enferma
de cuerpo y alma. Los vio partir con los ojos secos y la boca callada.
Y ahora e...
Abrió los ojos, aliviado porque el zumbido en sus oídos había cesado al fin. Lo primero que vio fue
la compuerta del cilindro y luego, al abrirse ésta, el rostro del encargado dentro de la escafandra
...
Pero ahora no puede negar que tiene problemas para dormir. No es a causa del trabajo ni de las
preocupaciones, por supuesto(porque su trabajo es envidiable y en su vida no existen las
preocupaciones)....
Francisco mira hacia las alturas, a la figura del abuelo, enorme e inalcanzable, todo un misterio a
descubrir. Él es hombre de suspensores y sombrero de pana al que no le enseñaron a dar abrazos sino
...
Cuando el forastero apareció en el camino, era pasado el mediodía. Llevaba un arma de cacha blanca
escondida en la cinturilla del pantalón bajo la cazadora negra y gastada que no dudó en dejar al
desc...
-¡Dijiste que no era posible! ¡Dijiste que nunca iba a suceder!
Corría y gritaba de un lado a otro de la habitación y de la casa, con la voz en alto desgarrada por
la angustia. Él la observaba con la...
Sintió que no iba a poder.
Respiró hondo intentando llenar sus pulmones del aire necesario. Pero no lo logró. Sus pies
continuaban firmemente atados a la tierra. Los nervios lo traicionaban.
Exh...