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La Princesa de Porcelana

LA PRINCESA DE PORCELANA
by Marcel.lí Miret

En el tiempo que Barcelona era una ciudad normal. quiero decir, que era la ciudad antigua de Barcelona, y que aun existe. La parte de la catedral, las murallas, los palacio y todo aquello tan bonito, del tiempo de la Celestina, y los cuentos de las mil y una noches. En Barcelona ha habido príncipes azules, príncipes dorados y príncipes destronados. Es una ciudad que lo ha visto todo. También ha visto a una joven muy guapa. Vivía en el Palacio de La Virreina. Era tan guapa, que tenían miedo de que se fuera volando por la ventana, que se la llevara un pájaro o una gaviota. O se la llevara la luna, o el sol. Lo cierto es que todo lo que vivía la quería. Era como la música, el aire y el cielo, todo junto.
Cuando llovía, no se mojaba. Hasta el agua la quería y hacia lo posible para que no la afectara ningún resfriado. El sol bajaba la intensidad de sus rayos para no quemar su piel tan fina y sensible. El viento fuerte, también se paraba al verla y la saludaba con un silbido. La Tramontana llegaba justo ante su ventana, le daba un beso y se paraba el viento de golpe.
Los marineros tenían que estar muy atentos, cuando pasaban por el puerto de Barcelona, porque los barcos se desbocaban, y subían corriendo la Rambla de las Flores . Le pusieron este nombre, porque ella era todas las flores. Si no se asomaba a la ventana, no había flores. Y cuando las abría, las flores huían de los campos y volaban hacia Barcelona, hasta que la veían, mas bonita que el sol y el cielo juntos, entonces se tranquilizaban, dejaban de volar, y entraban en los kioscos de los vendedores.

Las ciudades eran muy bellas en la edad media. Hacían olor a orines y a mier... También hacia olor a gallinero, a puerco de jabalí autentico. A toro, a perro. Se podían disfrutar los olores mas repugnantes mezclados con olor de cosas de comer. Con pez del mercado, frutas y verduras. Embutidos. Hierbas medicinales, menta , canela , romero.. También flores, porque no todo era porquería y mal olor. Había ciertas partes más propensas. Por donde transitaba la gente y se disfrutaba la fiesta. La gente acababa borracha y durmiendo en la calle. Era normal en las ciudades que había convivencia y actividad mercantil. A pesar de todo, las ciudades no dejaban de ser naturales. Había bosques muy cerca, cultivos, campos. Huertas, canalizaciones, agua, sembrados. Frutos y frutas. Eren ciudades rurales. Con casas y palacios, cerca y separados. Con edificios que hacían de hostal. Otros que hacían de almacenes. Desde la ciudad portuaria, las mercaderías fluían tierra adentro. Y también llegaban a la ciudad, para ser intercambiadas, vendidas, o exportadas mas allá del mar.

Nuestra belleza no se tenia que preocupar por las malas olores. No las conocía. Los perfumes la perseguían y la rodeaban. Hasta sus excrementos, eran limpios y pulidos como la miel. Una cosita tan guapa no podía durar mucho tiempo soltera. Los príncipes, ricos y humildes acudían de todas partes. Unos le ofrecían palacios, otros, cuevas inmensas llenas de tesoros. Otros le ofrecían jardines y poesías. Otro la traían barcos o mercaderías. Su belleza era conocida por todo el mundo, y su bondad también. Hacia muchas cosas por los humildes y los niños. Pedía favores y donativos a los nobles. En Barcelona, reinó la paz y la felicidad durante mucho tiempo. Organizó la asistencia sanitaria. La ayuda en los partos. Un servicio de asistencia a los enfermos aislados. Como ahora las ambulancias, pero sin sirenas, ni tanto escándalo. Puede ser que no encontréis datos históricos. Yo las he buscado infructuosamente. En el art chivo de la Corona d’Aragó, tan solo encontré un papel en el que estaba escrito: “Este mensaje se autodestruirá dentro de 10 segundos.”. Así sucedió, el mensaje explotó en mis manos, una llamarada explosiva me quemó los dedos. Lo siento las pruebas han desaparecido misteriosamente. En aquellos tiempos había muchos alquimistas. Puede que hicieran una formula secreta, que también ha desaparecido.

Ella también desapareció. La Srta. Susana de Porcelana se fue una mañana. Con un hombre que no se sabia si era noble o criado. Era un hombre, eso era lo importante. Y se querían, que también era importante. Y no querían ser famosos, ni salir al LecTorras, ni al Jola, ni al Adiós, ni al Semana Pasada de Rosca, ni los fines de semana. Se aseguró de que no fuera torero. Los toreros salen rana, y acabas hasta los cuernos de cuernos, cornamentas, colas y orejas sordas. Tampoco era muy popular entre los catalanes hacerse torero. El único torero famoso de la época se llamaba Albert y no era torero. Cosas raras de la Edad Media, los toreros catalanes, cantaban canciones de toreros, pero no se metían en el “ruedo”. Tonto no era, además quería a los animales. Tan solo toreaba psicológicamente. Y aun así, el toro lo atrapaba y le daba un repaso que ni al Manolete. Otro handicap del torero Albert: Moría cada día al “ruedo”, sin pisarlo. Puede ser que nunca haya visto ningún toro, aparte de él mismo. ¡Me mataaaa! Menos mal que esto no lo leerá nadie, y menos el. Aun debe estar pensando en el Código del Vici. Me remataaaaa... fiiin...piiiii... Fin de emisión....

Nota para los notas que lo notan todo. Como habréis pensado mal, esta Porcelana, no tiene nada que ver, con la niña de Porcelana del Pau ARRIBA de Triana, cantador de la Arriba del Río Tiana del Maresme. Aquello era una niña de Porce lata. Las muñecas de los ricos eran de porcelana china. Las de los no ricos, eran de barro y las hacían en Terrassa, y las de lata, eran las que se hacían los pobres con las latas de sardinas.
Todo esto esta documentado en los Art Chivos del Reino de Tiana (situado unos metros antes de la Conreria).

Marcel·lí Miret - El Quixot Català
http://webs.xadica.cat/quixotcatala/
Marcel03 de julio de 2014

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