Lugares
Ausentes
Creemos, de una forma ingenua, que la necesidad de apoyar al árbol que se inclina forma parte de nuestra naturaleza. Nos desconocemos, quizá porque vivimos en diferentes planos de experiencia. Creemos que las palabras forman juegos de hermosas sonoridades. Las palabras solas no bastan para que un poema alcance a ser una sincera expresión de nuestro propio desconocimiento. No podemos ser poetas sin conocer el por qué de cada palabra, su razón para habitar en el poema, su disonancia cuando creamos un collar con mil perlas de diferentes mares. Son muchos los momentos en los escribimos desde un dolor, desde un juego, desde un artificio, desde una necesidad, pero, al igual que nadie crea un árbol de la nada, no podemos ser poetas ignorando las razones que nos impulsar a escribir.
Escribía Luís Rosales, en su poema "El Deshielo":
Viene el Amor, viene el amor, y vives
dentro de un paraíso:
las palabras
no dicen: arden,
y la noche es igual que la mañana (...)
Quizá pretendemos alcanzar el equilibrio del juego poético uniendo palabras, pero el poema no se racionaliza, sino que se siente. La vida es la secreta tragedia que traducimos en palabras. El poema nace desde el silencio y acaba en el silencio, pero no es mudo, sino ese espacio-tiempo en el que reconoces la necesidad de no decir.
"...hasta que un día
vuelven al labio las palabras
puestas ya en pie; revelan
las diferencias esenciales,
andan
y arañan en la sangre (...)
(Luís Rosales)
Aquí, en este lugar donde habita la palabra como inmensas cosechas de espigas, germinan en madurez muchos frutos, semillas de un futuro cuajado de experiencias. TT, recoge los principios, esas líneas de brotes tiernos que intentan alcazar la luz primera. Escribamos desde esa "palabra nuestra", no dejemos que nos ciegue la prisa, ni que la osadía nos lleve a la imitación.
"...hemos reunido
nuestra desolación pero no hay nada
que pueda reprocharse..."
(Luís Rosales)
Cerraré el sentido de mis versos cuando no sepa llegar más allá de mis límites. El impulso de escribir está vacío si no somos nosotros mismos, vacío de sentido, vacío y configurando formas, no esencias.
Como escribía Luís Rosales:
"...ha crecido hacia mi,
igual que una palabra convencida
que se dice entre dos (...)
(La casa encendida)
-
Libelle
Me encanto tu manera de expresar de dar a entender tu idea me gusta. Saludos
06/02/12 11:02
-
Retales
Una excelente lección de la que deducimos que debemos dejar fluir nuestro sentir y plasmarlo en palabras sin mirarnos en el espejo de nadie.
Leer a otros también ayuda y nos enseña a seguir el camino de las palabras, su entendimiento y la forma de mezclaras hasta conseguir un poema, un texto...
Saludos
11/02/12 05:02
