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Etapas de una Vida Normal.

Acabo de cumplir 50 años. Soy padre de familia con dos hijas y soy feliz dentro de lo que se puede considerar feliz en una sociedad donde dedicamos el mayor tiempo a trabajar, trabajar y trabajar, a pagar una hipoteca, a vivir en un chalet con jardín que no tienes tiempo de disfrutar y con una terraza que no tienes tiempo de gozar; pero insisto: soy feliz.

Y es así porque aunque no pueda disfrutar todos los placeres por los que he luchado en toda mi ya dilatada vida, si al menos, lo pueden hacer los míos, y eso es suficiente para que mi felicidad sea plena. ¿ O no?.

Cuando se llega a una determinada edad en donde se unen la experiencia y todavía perdura la juventud, llamémosla madura, las ideas se transforman en tolerancia y los comportamientos en serenidad, pero los principios son, si cabe, más firmes todavía. En este ambiente, la felicidad deja de ser un terremoto materialista para transformarse en una calma chicha espiritual.

Es la edad en donde has llegado al éxito económico y entonces te das cuenta que en la vida hay otras prioridades que no tienen nada que ver con el dinero. Ahí es donde radica el nuevo sentimiento de felicidad. Tu vida profesional marcha viento en popa, tus relaciones matrimoniales afortunadamente son buenas y tolerables, tus hijos crecen con salud, es el cuadro ideal de la felicidad plena, pero el tiempo va pasando inapelablemente por tu cuerpo y te sientes, de alguna manera, hueco por dentro. Todo lo tuyo con el exterior es un éxito pero lo tuyo con tu interior es un vacío absoluto. Por eso nunca se puede decir que somos plenamente felices. Siempre existe algo en nuestra plenitud que no es satisfactorio. De ahí mi convencimiento de que Dios nos reserva la felicidad plena en el más allá. No creo en la reencarnación del alma, por lo que considero que vida solamente hay una y por lo tanto hay que vivirla intensamente, y cuando esto termine, seremos valorados por nuestros comportamientos terrenales y obtendremos el grado de felicidad deseado.

Cuando analizas tu trayectoria en el día a día, te das cuenta que perdemos mucho tiempo en la rutina. Somos animales de costumbres. Esto es lo que actualmente me inquieta. Soy un hombre básicamente emprendedor y por lo tanto me gusta conseguir nuevos objetivos y nuevas metas. Por eso cada cierto tiempo procuro cambiar de lugar de trabajo o iniciar nuevas aventuras profesionales o de diversión. Es quizás por esto que consigo que mi vida esté, de alguna manera, satisfecha consigo misma, aunque todo es susceptible de mejorar. Por lo menos de esta forma se rompe la rutina diaria lo que puede dar algo de variedad al quehacer diario, pero todavía el alma se queda insatisfecha. Es cuando en la soledad de nuestra intimidad pensamos si todo esto en realidad es un parche.

Intento salir de la rutina pero en el fondo lo que hago es meterme de lleno en otra. Por eso llega el momento en que desesperadamente piensas en salir corriendo, en cambiarte de nombre y desaparecer en las playas del caribe tocando una guitarra o vendiendo los pequeños juguetes de madera que desde pequeño aprendiste hacer y que tu actual trabajo nunca te permitió seguir fabricándolos y disfrutar del día día sin otra preocupación que vivir los momentos presentes. Pero te detienes un momento en el deseo y te das cuenta que al cabo de unos meses de esa añorada vida, te ocurrirá lo mismo. Se convertirá una vez más en una nueva rutina... y otra vez a empezar.

Por todo esto, el siguiente paso es que en la tercera edad, cuando llegas a la recta final de tu vida, esa recta larga en donde nunca ves el final pero sabes que existe, es cuando empiezas a valorar y disfrutar de las pequeñas cosas; es cuando vuelves a la infancia y conectas con los nietos y disfrutas de su inocencia de su simplicidad y de su sincero egoísmo. Es cuando las grandes cosas de la vida ya no tienen importancia, porque lo verdaderamente importante empieza a estar en el más allá. Comprendes por primera vez en tu vida que la rutina ya no existe; ya no hay tiempo para ella y entonces sientes la proximidad de la eterna felicidad.
Igruher28 de junio de 2008

3 Comentarios

  • Mejorana

    Hoooommmmbbrre Igruerrrrrrr
    Qu? alegr?a despu?s de tanto tiempo.
    Me alegro mucho de encontrarte de nuevo y que todo te vaya tan rebien.
    Te felicito.
    Un abrazo.

    29/06/08 03:06

  • Igruher

    muchas gracias por tu recibimiento. Eres la anfitriona de esta p?gina web. COMO BIEN SABES A VECES LA INSPIRACI?N SE PARALIZA Y POR M?S QUE LO INTENTAS no te salen las palabras, pero creo que ya he vuelto. Un saludo a todos.

    29/06/08 08:06

  • Dama

    Amigo mio , esta etapa que tan bien has dibujado en tu texto es por la que estoy pasando yo tambien y en todo lo que dices te doy la raz?n , hemos de vivir al d?a absorbiendo de cada dia lo mejor de el y si no lo hay nos lo inventamos , la cuesti?n es vivir feliz , un abrazo

    07/09/08 11:09

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